Ignacio Pérez

El Gobierno vasco dice ahora que «estaba a punto» de sancionar al vertedero por irregularidades

La viconsejera de Medio Ambiente revela que la chimenea no medía bien el metano, había vertidos no autorizados y se ocupó más terreno del permitido

Sábado, 8 de febrero 2020, 13:14

La viconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, ha declarado ante los medios que el Gobierno vasco estaba a punto de iniciar un procedimiento sancionador contra el vertedero de Zaldibar. Tal y como ha desvelado hoy este diario, la última inspección de los especialistas de medio ambiente, realizada en junio de 2019, relevó que la empresa estaba incurriendo irregularidades: en concreto, en varios incumplimientos severos de las condiciones de su autorización ambiental integrada. Por eso, en septiembre realizó un requerimiento a la empresa, aunque el propio infor me de los inspectores explica que podría haber un procedimiento sancionador independientemente de que se tomasen las medidas correctoras oportunas. Moreno ha desvelado esta mañana que las irregularidades detectadas se correspondían con que la chimenea no medía el metano, se habían producido pequeños vertidos de otros materiales no autorizados, además de ocupar más terreno del permitido a través de un relleno. «En este momento estábamos a punto de iniciar el expediente sancionador», dijo.

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El vertedero de Zaldibar accidentado se había propuesto tomar medidas correctoras. Debía realizar controles geotécnicos de los materiales depositados para garantizar la estabilidad de esa instalación, que en 2019 registró unas 511.000 toneladas de residuos, entre ellas 4.200 de materiales de amianto. Así lo indica un informe que ha hecho público hoy el departamento de Medio Ambiente y realizado por una firma de ingeniería que aconsejaba además estabilizar el terreno para evitar accidentes. El estudio fue encargado después de que la inspección detectara varias deficiencias en el depósito.

Más medio millón de metros cúbicos de residuos industriales, entre ellos materiales con amianto, se precipitaron el jueves ladera abajo y sepultaron a los dos trabajadores del vertedero, además de cortar la autopista AP-8 (Bilbao-San Sebastián) en ambos sentidos y sobre la variante de la N-634 a la altura de Zaldibar.

Dos días después del siniestro, la inestabilidad del terreno es el principal problema de los equipos de emergencias que buscan los operarios sepultados por el alud de escombros. No pueden acceder con maquinaria pesada y que además deben trabajar con equipos de protección por el riesgo del amianto.

A través de una nota, Medio Ambiente ha avanzado la disposición de Arriola a dar «explicaciones más amplias que sobre el control ambiental de la instalación en los ámbitos correspondientes». Como adelanto, su Departamento ha recordado que «la instalación de Verter Recycling 2002 S.L. obtuvo su autorización ambiental integrada (AAI) para la actividad de vertedero de residuos no peligrosos de origen industrial en el término municipal de Zaldibar (Bizkaia) con fecha de 22 de enero de 2007».

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Estas autorizaciones responden «a la legislación europea de Prevención y Control Integrados de la Contaminación (IPPC por sus siglas en inglés), que tienen el objetivo de aplicar el principio de prevención en el funcionamiento de las instalaciones industriales potencialmente más contaminantes». Se establecen medidas y controles muy rigurosos «para evitar o reducir al máximo las emisiones de estas actividades en la atmósfera, el agua y el suelo, incluidos los residuos, con el fin de alcanzar un nivel elevado de protección del medio ambiente considerado en su conjunto».

Para la obtención de la AAI se requiere, además de otros requisitos, aportar documentación justificativa de las condiciones constructivas, «incluyendo lo referido a la impermeabilización y la estabilidad del vaso de vertido». En cumplimiento de la normativa, la viceconsejería de Medio Ambiente inspecciona las instalaciones con autorización ambiental integrada «con una periodicidad que varía de anual a trienal».

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En el último control realizado en la instalación de Zaldibar, del 10 de julio de 2019, «se detectaron en el vertedero distintos aspectos a subsanar, por lo que se emitió requerimiento para que se aportara documentación complementaria».

La empresa respondió el 11 de octubre de 2019 aportando diversa información y un estudio de una ingeniería especializada, que en sus conclusiones recogía que el vertedero era «estable con la configuración actual, desde el punto de vista global, tanto frente a roturas circulares, como frente a roturas de bloque por el plano de debilidad que constituye el conformado de base».

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Ese informe añadía que si se continuaba «con la misma dinámica de llenado» y «tanto para una situación normal, como para una situación accidental de fallo de drenaje el vertedero», se iba a comportar «cumpliendo los criterios de estabilidad establecidos por el Gobierno Vasco».

Tras una serie de recomendaciones, esa ingeniería señalaba «que aunque este estudio proporciona una buena base para conocer la situación actual del vertedero y su comportamiento, se considera necesaria la realización de un control esporádico de los materiales de llenado y sus características resistentes». En este sentido recomendaba «realizar controles geotécnicos esporádicos de los materiales que se vayan vertiendo». Estos controles podrían centrarse «en la distribución espacial y características resistentes de los materiales vertidos. Esto se podrá realizar mediante sondeos geotécnicos y ensayos geotécnicos de laboratorio.»

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4.235 toneladas de amianto en 2019

El departamento de Medio Ambiente ha explicado que la autorización de ese vertedero incluía el almacenaje de residuos que contengan amianto, según la normativa europea, que fija los criterios para la admisión de algunos residuos peligrosos, en vertederos destinados a residuos no peligrosos.

Sobre la actividad de esa instalación, el Gobierno vasco ha indicado que la entrada total de residuos registrada en el vertedero de Verter Recycling fue de 379.689 toneladas en 2017; de 540.667 toneladas en 2018, y de 510.994 toneladas en 2019.

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En lo que se refiere a los materiales de construcción que contienen amianto (placas, tuberías y canaletas de fibrocemento, principalmente), las entradas fueron de 2.954 toneladas en 2017; 2.592 toneladas en 2018, y 4.235 toneladas en el año 2019.

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