E. C.

Compañeras y amigas describen a 'Alex': «Sacaba siempre el lado positivo de la vida»

Compañeras y amigas describen a 'Alex' como una persona «que siempre estaba ayudando a los demás»

Lunes, 24 de abril 2023, 00:53

Todos los que conocían a 'Alex', de 43 años, sienten que se ha apagado una estrella. Era como un rayo de luz que iluminaba los pasillos de la clínica IMQ de Zorrozaurre durante las largas guardias y también a todos los que la rodeaban. Alguien ... que nunca dudaba en emplear sus pocas horas libres, por muy cansada que estuviera, en escuchar y aconsejar a una amiga. Una persona vitamina, que arrinconaba sus propias tristezas para lucir la mejor de sus sonrisas. Su vocación era ayudar a la gente y por eso se convirtió en enfermera. Su pérdida ha sido «la más terrible de las injusticias», dicen sus amigas, aún digiriéndolo.

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'Alex' compatibilizaba su labor como enfermera en quirófano en Zorrozaurre con la de instrumentista del doctor Ucelay, afamado especialista en Otorrinolaringología. Todo ello doblando turnos, cambiando días. 'Alex', que era hija única, vivía con su madre viuda en Neguri, donde creció. Además, estaba a punto de adquirir una vivienda en el mismo municipio. Su idea era dividirla en dos para seguir viviendo juntas.

Ahora había hecho malabares para poder marcharse el pasado fin de semana a Madrid con cinco de sus amigas de toda la vida. Llevaban tiempo organizándolo. Le encantaban este tipo de planes y pasar tiempo con ellas, porque no se veían todo lo que ella quería, por la distancia y por las responsabilidades familiares que tenían algunas de las demás, con niños pequeños. Siempre se quejaba de que no quedaban lo suficiente. Estaban muy unidas por décadas de vivencias compartidas. Madrid solía ser el punto de encuentro para todas, porque aunque son de Getxo, dos trabajan y viven allí y una en Barcelona. Cuando se desató el incendio, todas lograron salir del restaurante menos ella y María, en estado grave en la unidad de quemados del hospital de La Paz.

«Contagiaba su vitalidad»

Precisamente, 'Alex' había conocido a María y a otra de las amigas de su cuadrilla de siempre siendo muy pequeña, en el Colegio Inglés. Después, ella estudió en la Universidad de Navarra, aunque regresaba a casa los fines de semana. También cursó un máster en Enfermería en Quirófano e hizo prácticas en Osakidetza. Siempre trabajó en la clínica de Zorrozaurre, pero compatibilizaba su puesto con guardias en Osakidetza cuando tenía días libres. En el IMQ trabajó en diferentes especialidades: en Urgencias, en planta, en Cardiología, y realizó muchas guardias nocturnas, por lo que todo el mundo la conocía. Hacía tiempo que obtuvo puesto en quirófano. Y desde hace unos dos meses era también instrumentista con el doctor Ucelay, que la reclutó. Compatibilizaba ambos puestos. Por este motivo había dejado ya de trabajar en Cruces.

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«Estaba muy ilusionada por esta oportunidad laboral, porque se estaba reconociendo su valía como enfermera», relata Sofía Castellanos, doctora especialista en Anestesiología y Reanimación, que coincidió con ella el jueves por última vez. La noticia de su fallecimiento causó consternación en el centro. «Era muy buena enfermera y muy trabajadora. Siempre estaba muy dispuesta a todo, tenía mucha energía y era muy afable. Contagiaba su vitalidad». «Era muy entregada en todo y una trabajadora incansable, muy de ayudar a la gente, especial de arriba a abajo. Siempre estaba ahí», relata una amiga íntima.

Era hija única y residía con su ama en la casa familiar, en Neguri, donde había crecido

Claudia Lafuente, enfermera en la clínica, la conoció en Cardiología. «Pásalo bien y mañana me cuentas», le dijo el viernes a la una del mediodía en una llamada telefónica. «Era generosa, buena y siempre sacaba el lado positivo de la vida. Trabajaba todo y más».

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Otros compañeros también la describen como alguien que no dejaba a nadie indiferente. «Sabía muy bien lo que quería y nunca se mordía la lengua si algo le parecía mal o ante las injusticias. Era muy alegre», apunta Cris Rojo, amiga y compañera de trabajo, que ha escrito una misiva de homenaje en nombre de todos los que compartían con ella horas de quirófano. «Tenía una personalidad arrolladora, por allí por donde pasaba se dejaba notar. Era imparable y risueña». «Te recordaremos siempre», apuntan sus compañeros en la carta.

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