«Impulsamos el uso de la bici y reducimos al máximo el riesgo de atropellos»

La reforma cierra además el largo proceso administrativo que sienta las bases para el desarrollo de vías ciclables en el territorio. En 2023 el Parlamento vizcaíno aprobó el Plan Territorial Sectorial, que prevé la construcción de 200 kilómetros de bidegorris hasta 2035 y obliga a la Diputación y a los ayuntamientos a invertir más de 200 millones en una serie de proyectos que buscan tejer una red de bicipistas que vertebren las comarcas.

La nueva norma foral viene para blindar ese proceso, las obras que están en marcha y las que están por venir. Aporta como novedad además la diferenciación de las rutas ciclables en cuatro tipos en función de sus características y de la velocidad máxima permitida. senda, carril-bici, carril-bici protegido y bicipista. Las sendas serán los caminos -normalmente en entornos no urbanos- que no discurren referenciados a una carretera.

Los carriles bici discurrirán junto a un vial para coches que se delimiten con marcas viales pintadas en el asfalto. Si, además, incluyen «barreras rígidas o separadores de carril» para delimitar el paso entre coches y bicis se tipificará como carril-bici protegido. Y si discurren junto a una carretera pero con su «propia plataforma» y con «bordillos, parterres o taludes» para separar a los vehículos a motor, la infraestructura será considerada una bicipista.

Además del claro componente ambiental que tiene la estrategia de la Diputación al apostar por multiplicar los kilómetros de bidegorris para intentar sacar coches de las carreteras, las vías ciclistas exclusivas tienen otro fin. «Impulsamos las dos ruedas y reducimos al máximo el riesgo de atropellos, ahora solo nos queda pedir a los ciclistas que las usen», ha resumido el apoderado del PSE Alberto Pérez Castejón. Aunque 2024 fue el primer año de los últimos siete sin cicloturistas fallecidos en Bizkaia, los accidentes siguen siendo una constante pese a los llamamientos a la prudencia y a que los conductores extremen la precaución y la distancia de seguridad.

El proceso de ejecución de bidegorris lleva años en marcha y alcanzó su primer gran hito en 2022 con el inicio de las obras del bulevar de la ría que unirá Bilbao y Getxo. Salvo retrasos, quedará culminado este año en el que la apuesta foral por la bicicleta ha quedado definitivamente visibilizada con gestos e inversión económica.

En los últimos dos meses la propia diputada general ha participado en la inauguración de dos pequeños tramos de rutas ciclables, en Santurtzi y Etxebarri, y los Presupuestos reservan más de 50 millones para este tipo de obras. La siguiente en iniciarse será la del vial que unirá Amorebieta, Galdakao y Larrabetzu, especialmente sus polígonos industriales. Se aspira a que para 2035 la bici se convierta en el medio de transporte en el 7,7% de los usos diarios -ahora suponen el 0,7%- atrayendo a todos aquellos que hacen viajes de hasta 11 minutos.