Lleva once años como vicario general de la Diócesis de Bilbao. En este tiempo han surgido dos casos de posibles abusos sexuales en el seno de la Iglesia vizcaína. Si en diciembre pasado se conocían varias denuncias contra el vicario de Uribe-Kosta, en la ... última semana ha salido a la luz lo sucedido en el Colegio Salesiano de Deusto. Félix Alonso se muestra contundente: «Hay que cortar la cizaña de raíz para que ese trigo espléndido que cultivamos pueda seguir creciendo».
- ¿Cómo están viviendo los últimos acontecimientos?
- Con mucha tristeza y sorpresa. Nos apena que algo así pueda darse en el ámbito de la infancia. Tenemos el deber de educar y proteger a los menores. Lo denunciado es terrible.
- ¿Qué responsabilidad tiene la Iglesia en el caso de Deusto?
- Podríamos echar balones fuera y decir que es un problema de los Salesianos, que es una orden totalmente autónoma. Legalmente nada nos une a ellos. Pero, sin embargo, como dice San Pablo, la Iglesia es toda un cuerpo y cuando a uno le duele la mano no está cómodo. Quiero decir, que cuando algo sale bien en la Iglesia nos alegramos todos y, al contrario, cuando algo falla, la preocupación también es de todos. Es nuestro deber hacer limpieza general.
- ¿Prevén alguna medida de apoyo a las víctimas?
- Todavía no se han puesto en contacto con nosotros. He recibido solo un mail de un familiar, pero vaya por delante que estamos aquí para escuchar y arropar a los que han sufrido hechos como estos. Tenemos las puertas abiertas, por supuesto.
«En mi opinión, los abusos sexuales a un menor no deberían prescribir nunca. El dolor no prescribe»
- Hay quien se pregunta por qué salen estas denuncias ahora, después de 30 años.
- Pues es una cosa que a veces pasa. Y yo lo entiendo. Comprendo que se pueda sentir vergüenza, que se haya sufrido en silencio durante todo este tiempo. Que nadie se atreviera a denunciar a alguien que es un profesor, que tiene fama... Es algo desolador. Afortunadamente, los tiempos han cambiado. Y ahora se puede hablar abiertamente de esto. Las víctimas ya no están solas. Hemos evolucionado.
- ¿Cómo ha cambiado la Iglesia con la entrada del Papa Francisco en este asunto?
- Antes se ocultaba el problema. Lo hemos visto sobre todo en Estados Unidos. También se silenciaba a la víctima. Se trasladaba al posible maltratador o abusador, pero aquello era una manera de quitar el problema de un sitio y llevarlo a otro. Y eso no puede ser. Hay que cortar la cizaña de raíz para que el trigo que cultivamos luzca hermoso y espléndido.
- ¿Cuánta cizaña hay en la Iglesia?
- La hay, como en todos los ámbitos humanos. Nosotros estamos muy expuestos, porque se trabaja mucho con la juventud. Ahora estamos tomando medidas para que en el futuro haya menos casos y menos graves. Pero le voy a decir una cosa. Ricardo Blázquez -presidente de la Conferencia Episcopal Española- afirma que el 3% de los casos de abusos tienen que ver con la Iglesia. El otro 97% se da en otros ámbitos, sobre todo en la familia. Pero el foco mediático está siempre en nosotros.
«Antes se ocultaban y silenciaban estos casos. Se trasladaba al abusador y era mover el problema»
«Lo terrible es el silencio»
- ¿Da la Iglesia credibilidad a los casos denunciados en Salesianos?
- No me imagino a nadie inventándose estas cosas tan terribles. A las víctimas hay que escucharlas y arroparlas, salvo que veas que viene alguien diciendo un disparate, algo que no es sensato... Y, le voy a decir más, lo más terrible es el silencio. Que nadie te escuche, que nadie haga nada... Ese profundo dolor, sufrido durante años en soledad, al margen de las secuelas que te queden, es lo más grave de todo esto.
- Con el caso del vicario de Uribe-Kosta acudieron a la Fiscalía y lo lanzaron a los medios. ¿Cree que esta política de transparencia ha sido positiva?
- Sí. Con el paso del tiempo estoy seguro de que hicimos lo correcto. Pero no denunciamos a nadie, sólo informamos, que es diferente.
- No deja de ser una denuncia.
- Nosotros no juzgamos ni prejuzgamos. Informamos a la Justicia y a la Santa Sede. Ellos serán los que determinen si es culpable o inocente.
- Los casos de Salesianos han prescrito probablemente. ¿Es partidaria la Iglesia de ampliar los plazos?
- El dolor nunca prescribe. Yo creo que algo así, tan grave, no debería prescribir. Nunca. Sobre todo porque cuando sucede esto uno es muy pequeño y no lo entiende. Tarda en darse cuenta.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.