Las iglesias celebran funerales todos los días

Esta situación dio un giro el pasado 11 de mayo cuando se retomó la celebración de funerales y exequias en la Diócesis de Bilbao, respetando siempre la normativa de aforo en cada fase y el resto de condiciones aplicables al culto público. De cara al periodo estival se ha incrementado la demanda de este tipo de ceremonias «sobre todo porque, con el avance de la desescalada, los familiares pueden moverse con mayor flexibilidad entre comunidades autónomas», explica Mikel Martínez, párroco de la iglesia de El Carmen en Indautxu, donde reanudaron los funerales desde el primer día de la fase 1. «Son casos tanto recientes como atrasados. Hay familias que, aunque hayan pasado meses desde el fallecimiento de un ser querido, quieren despedirse con una ceremonia», cuenta. En esta iglesia, celebran dos funerales cada día de la semana. El aforo se ha reducido de 500 a 180 personas, «aunque los mayores tienen todavía cierta pretensión a acudir a lugares cerrados». Se ha impuesto el uso de mascarillas en el interior y la distancia entre los asistentes ha aumentado, del mismo modo se han reducido los gestos de afecto y los abrazos, «por lo menos mientras dura la ceremonia», declara.

Sucede lo mismo en las iglesias de San Vicente y San Francisco Javier, donde la capacidad se ha limitado a 300 y 173 personas respectivamente. «La situación está cambiando progresivamente. Ahora oficiamos un funeral al día en cada una de las parroquias», explica Fernando, el párroco de estos dos centros. «Las familias han sufrido mucho, y queremos acompañarlos en todo momento, por eso intentamos celebrar actos muy reducidos», puntualiza y relata que el número de peticiones no ha aumentado en exceso «pero sí que lo hará de cara al mes de julio».

En la Basílica de Begoña el escenario es semejante. «Contamos con varias exequias hasta julio, pero no todas con motivo del coronavirus, sino que muchas no se pudieron llevar a cabo en su momento. Es decir que se suman decesos por otras causas», detallan. Ofrecen funerales los lunes, miércoles y viernes, pero «ha habido semanas que hemos tenido que ampliar algún día más», explican. Anteriormente aceptaban tres funerales en una misma celebración, al no ser estos de cuerpo presente, ahora lo han reducido a dos por ceremonia, «para poder guardar las distancias y cumplir con el límite de aforo, que ha pasado de 700 a 255 asistentes», puntualizan. «Controlamos la gente que entra y cuando llegamos al límite se cierra la puerta, una vez termina todo, desinfectamos la Basílica». El párroco de este lugar asegura que son muchos quienes necesitan decir adiós a sus seres queridos, «a veces por una cuestión religiosa y otras psicológica».

En Barakaldo la puesta en marcha de las ceremonias se está llevando a cabo «de manera muy paulatina», cuenta Javier López, párroco en El Carmen y San Ignacio de Loyola. «Recibiremos un funeral el viernes de una persona fallecida en mayo, pero hasta ahora no habíamos tenido ninguno», cuenta y asegura que «las familias están esperando a poder desplazarse y reunirse». Además, los obispos del País Vasco y Navarra celebrarán en las catedrales de Pamplona, Bilbao, San Sebastián y Vitoria funerales por las personas fallecidas durante este tiempo de alarma el 25 de julio, solemnidad de Santiago Apóstol.