Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Sábado, 25 de julio 2020, 17:47
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha llamado a «redoblar esfuerzos en generosidad y compromiso personal, social e institucional» para afrontar los «tiempos difíciles de reconstrucción que tenemos por delante. Tenemos que ayudar a quienes se han visto perjudicados por la pandemia y la ... crisis económica y social en la que nos vemos inmersos». Hoy, festividad del apóstol Santiago, patrono de la villa, Iceta ha presidido en la catedral una eucaristía por las víctimas de la Covid-19 junto con el obispo auxiliar, Joseba Segura, y miembros del cabildo catedralico, presbíteros y diáconos diocesanos. A la ceremonia han asistido el alcalde de la capital vizcaína, Juan María Aburto, la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui, el subdelegado del Gobierno en el Territorio, Vicente Reyes, y el diputado foral de Hacienda, José María Iruarrizaga.
La ceremonia ha estado marcada por la pandemia. No solo porque ha sido el tema al que el prelado ha dedicado su homilía, sino por las medidas sanitarias que se han adoptado para su celebración. El aforo del templo se ha limitado a 375 personas, que han tenido hidrogel a su disposición y han seguido la misa sin quitarse las mascarillas. Iceta y los concelebrantes, que han guardado distancias de seguridad entre sí, también las han llevado, creando una imagen insólita, una más de las muchas a las que ha dado lugar la llamada nueva normalidad. El obispo solo ha prescindido de la protección facial cuando tenía que hablar y se ha lavado las manos con hidrogel en varias ocasiones.
En su esperada homilía, en la que ha tenido «muy presentes a los familiares de los fallecidos» por la pandemia, Iceta ha reflexionado sobre la naturaleza de los males que afectan a la humanidad, de los que la Covid-19 es uno más. Tras señalar que la historia de la humanidad «ha conocido tiempos de calamidades que proceden de la misma condición contingente de la nutareleza, ha tenido un recurdo «para los paíss más empobrecidos. La malaria sigue siendo la segunda causa de muerte en África, después de l hambre». También ha rememorado »las pandemias de peste o cólera que han hecho estrgos en la historia de occidente, como las gripes más o menos virulentas. Recordemos la de 1918, que causó millones de muertos».
La historia «nos muestra que esta no es la primera pandemia, ni desgraciadamente será la última», ha subrayado. «Dios cuida de su creación, de modo particular del ser humano. Le ha encargado el cuidado de los unos a los otros por medio del amor», ha añadido. «Este amor ha sido manifestado durante este tiempo duro de pandemia. En tantas personas, familias, profesionales, voluntarios, organizaciones, instituciones que se han volcado sin reservas, incluso a riesgo de sus propias vidas, en el servicio de los demás. También las parroquias, sacerdotes, diáconos, comunidades religiosas, laicos... han dado lo mejor de sí mismos para servir y atender. Todos, cada uno en su ámbito habéis sido sembradores de vida y habéis mantenido con fortalelza la llama de la esperanza que etanto necesitamos», ha añadido el prelado. «Habéis mostrado el auténtico rostro de la fraternidad humana y de la entrega generosa. En esta eucaristía queremos dar gracias a Dios por todos y cada uno de vosotros».
Iceta ha afirmado que la muerte «nos ha golpeado duramente». La pandemia ha causado «el sufrimiento más desgarrador en el corazón de muchas familias, que han visto enfermar y fallecer a sus seres queridos en ocasiones sin poder ofrecerles la compañía y el consuelo que hubiesen necesitado. Ofrecemos esta eucaristía por ellos, uno por uno, de modo personal, por todos ellos», ha enfatizado para ofrecer después un mensaje de consuelo: «A quienes han fallecido Dios los ha acompañado en el momento más fenitivo de sus vidas, Cristo ha estado con ellos, llenándolos de paz»,
Por último, ha defendido la necesidad de ayudar a los perjudicados, de tal forma que «la crisis económica y social requiere redoblar esfuerzos en generosidad y compromiso personal, social e institucional». «Es tiempo para la magnanimidad, la generosidad, el esfuerzo, la constancia superando intereses particulares», ha asegurado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.