La huelga de autobuses y taxis amenaza con paralizar Bizkaia el lunes

Estos profesionales del transporte han sido convocados por UGT y CC OO a nivel nacional, que siguen negociando 'in extremis' con la patronal con la esperanza de llegar a un acuerdo. El motivo de la movilización es exigir al Gobierno y a las diferentes empresas un esquema especial de coeficientes reductores que les permita jubilarse antes, a partir de los 60 años, ante la «penosidad» y «peligrosidad» que supone su actividad. Las secciones sindicales justifican esta demanda por la alta siniestralidad en carretera debido a la elevada edad de los conductores, sobre todo a partir de los 55 años. La protesta llega en un contexto en el que la edad media de estas plantillas es alta.

Antes de que la huelga se convierta en indefinida el próximo 23 de diciembre, CC OO y UGT han llamado a siete jornadas de paro. La primera tendrá lugar el próximo lunes, que en Bizkaia coincide con la celebración del último día de feria en Gernika. Un evento que congrega cada año a miles de personas en la localidad de Busturialdea y al que, con Bizkaibus funcionando a medio gas, solo se podría acceder en Euskotren y en coche. También hay paros convocados para el 11, 28 y 29 de noviembre, y el 5, 9 y 23 de diciembre.

Aunque la reducción de la edad de jubilación es una reivindicación histórica del sector, ELA y LAB no secundan la huelga, a la que están llamados unos 3.000 trabajadores vascos. Los sindicatos nacionalistas recelan de que se les haya pedido unirse al paro laboral una vez este estaba convocado a nivel estatal, sin que haya existido una reunión previa y sin acordar movilizaciones. Reclaman también que las condiciones de los trabajadores vascos se decidan en Euskadi.

La negativa de ELA y LAB a secundar la huelga abre algunos interrogantes sobre cuál puede ser su seguimiento en determinadas operadoras de transporte público. Vamos por partes. Las adjudicaciones de Bizkaibus están divididas en cinco zonas, en las que cada una tiene su propio comité de empresa. En cuatro de ellas CC OO y UGT sumán la mayoría absoluta. Las delegaciones de las líneas de Margen Izquierda-Zona Minera y el Txorierri ya han secundado de forma oficial la protesta y se espera que en las próximas horas, y si no se alcanza un acuerdo para poner fin a los paros, hagan lo propio las de Encartaciones y Busturialdea-Lea Artibai. Fuentes sindicales pronostican, por lo tanto, que «una amplia mayoría» de los 1.300 conductores secundarán los paros.

Si el éxito es el pronosticado por las centrales sindicales, los cerca de 120.000 pasajeros que cada día suben a un autobús foral tendrán que buscarse una alternativa. En la misma situación se encontrarán los 75.000 usuarios diarios de Bilbobus. En el caso de los autobuses municipales, UGT y CC OO también suman mayoría y «secundan y promueven» que los 625 trabajadores paren el lunes. Está por ver si como comité la secundan de forma oficial, ya que existe una importante fatiga tras la huelga indefinida que vivieron entre abril y junio. Este conflicto, en el que exigían una revalorización salarial conforme al IPC y una batería de medidas sociales, supuso que UGT dejará la presidencia del comité y ELA tomara las riendas. Ahora bien, la mayoría sindical no se alteró.

Los paros también afectarán a las líneas que conectan Bilbao con Vitoria y San Sebastián, que mueven cada día cerca de 3.000 personas. Los sindicatos consultados se muestran escépticos respecto al seguimiento que pueda tener la huelga, ya que aunque «el interés es alto», ELA y LAB tiene un importante arraigo entre los trabajadores. El transporte escolar también podrá verse afectado por esta primera jornada de paros. Los taxistas también secundarán la huelga. Sin embargo, todavía no han decidido el formato de la protesta y si colapsarán las calles con caravanas infinitas de coches.

Esta sucesión de paros, que aspira a provocar importantes afecciones a la movilidad en Bizkaia, obligará al Gobierno vasco a decretar unos servicios mínimos que se establecerán en el 30%. En el caso de aquellas líneas de titularidad estatal (las operadas por Alsa y el Bilbao-Castro), el ministerio de Transportes ha elevado este porcentaje al 50%.

El preacuerdo alcanzado anoche con los transportistas busca introducir a todo este colectivo dentro de las profesiones de riesgo para acceder a la jubilación anticipada. Lo firmado implica que las patronales solicitarán Administración el inicio del procedimiento para implantar el sistema de coeficientes reductores a la edad de jubilación (de los 67 a los 60 años) conforme a lo dispuesto en la normativa. Hay otros colectivos del sector del transporte que ya disfrutan de ella, como los pilotos y los maquinistas de tren.

«Esta es una reivindicación que se viene haciendo desde hace 20 años y que se viene bloqueando desde hace más de una década», argumentan los sindicatos. Aseguran que hay propuestas para mejorar las condiciones laborales del sector paralizadas en el Congreso de los Diputados y en el Senado y reclaman al Gobierno que las impulse y a las empresas que reconozcan la peligrosidad del trabajo, así como que se reduzcan las cotizaciones a la Seguridad Social (que son seis veces más altas en este sector por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) y que la jubilación parcial con contrato de relevo sea voluntaria para el trabajador.