Así viven los hosteleros de la Plaza Nueva la ausencia de Santo Tomás: «Nos han hecho una faena gorda»

Así este año, la feria se ha celebrado desplazando los puestos del histórico recinto. A las tres de la tarde de hoy, la plaza era un hervidero, aunque con muchísima gente menos que en otras ediciones de la feria. Había huecos libres entre los numerosos corrillos de personas que poteaban. Los hosteleros, eso sí, se quejan porque la recaudación está bajando. «Los hosteleros no queríamos que los quitaran y no nos han consultado. Lógicamente, había mucha más gente de paso y entraban más», ha dicho Ainara Ortal, propietaria del Ahoan.

«A los hosteleros nos han hecho una faena gorda. De las grandes. Hay mucha menos gente. La gente iba a ver los puestos y luego venía a consumir. Ahora estamos tres en barra y hay uno de sobra, cuando lo normal era que estuviéramos cinco. Antes el ambiente era distinto, lo que van a conseguir es que la gente joven haga botellón en medio de la plaza, porque antes también lo hacían pero mientras estaban los puestos abiertos la gente venía a consumir. Cuando nos hemos enterado de que no ponían los puestos nos hemos quedado blancos, nos perjudica mucho. Supone al menos 1.500 euros de diferencia de caja. Nos han quitado los contenedores, que tenemos que ir hasta la calle Cruz a tirar la basura. A estas horas ya estaríamos sirviendo en plástico, y todavía tenemos vasos de cristal de sobra. Eso de que los hosteleros nos quejábamos es mentira. Los hosteleros estábamos encantados porque este era un día que podías aprovechar, porque después enero y febrero son muy malos», ha explicado Juan Naranjo, uno de los encargados del Charly.

También ha censurado la falta de transporte público para los empleados de la hostelería por la noche. «Nos lo están quitando. Nos tenemos que ir en taxi y no te puedes dejar 10 euros al día» ha dicho. «Cuando hay muchísima gente, hay que aprovechar. Y estos días deberían ser para eso. Yo hubiera preferido que dejaran los puestos. Ahora hay meneíllo, más que un domingo normal, pero menos que cuando estaban los puestos aquí. Entonces no dabas abasto, esto estaba a tope», ha explicado Aitor Amigo, del Ereka.