Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
pello zupiria
Viernes, 27 de noviembre 2020
Más de mil hosteleros volvieron a tomar las calles este viernes para mostrar el «hartazgo y enfado» de un sector que se está ahogando cada vez más a medida que pasan los días con sus locales cerrados. Ya han pasado tres semanas desde que ... el lehendakari Iñigo Urkullu tomase la drástica medida para hacer frente al virus y los profesionales alzaron el grito para exigir «la reapertura de los negocios a la mayor brevedad posible». Las autoridades sanitarias evalúan con especial atención la evolución de la pandemia Euskadi día a día y contemplan de forma positiva, pero prudente, el descenso de casos acumulados. Esta semana se volverá a reunir el Comité Asesor del LABI, y según ha podido saber este periódico, se podría tomar la decisión de permitir la actividad de estos establecimientos tras el puente de diciembre. Eso sí, siempre con las máximas medidas de seguridad, como se ha realizado en comunidades como Navarra o Cataluña.
Previamente, los responsables de la Asociación de Hostelería de Bizkaia comparecieron para denunciar que «se nos ha pedido al sector un enésimo esfuerzo cerrando nuestros establecimientos, sin que el mismo venga acompañado de un plan integral de indemnizaciones». El gerente, Héctor Sánchez, lamentó que las ayudas por parte de las instituciones «son insuficientes» y pidió un plan de rescate que se incorpore al debate de los presupuestos autonómicos de 2021.
Entre otras medidas, los hosteleros propusieron que el plan contemple la modificación del actual sistema de ERTEs, la incorporación de ayudas directas a fondo perdido, partidas adicionales para el subsector del ocio nocturno y la revisión y flexibilización de las normativas actuales de terrazas.
La marcha partió a las 12 horas desde el Sagrado Corazón y cruzo la Gran Vía. Más de cien coches de empresas proveedoras marcaron el camino a bocinazo limpio y entre aplausos de los allí congregados. También se unieron representantes de las asociaciones de comerciantes. Abarne Díaz, propietaria del bar Muga del Casco Viejo, reivindicó su derecho a trabajar y señaló que «estas Navidades van a ser muy jodidas para muchas familias que no están recibiendo ningún ingreso». Por su parte, Belén, dueñas del bar Rock and Rolla de Santutxu, entiende que «cerrar los bares tenga un efecto positivo en la contención del virus», pero confesó que «no gano ni un euro y estoy afrontando los mismos gastos».
La dificil situación de los hosteleros fue uno de los temas a tratar este viernes en el pleno de control del Gobierno en el Parlamento de Vitoria. Ante la reclamación de nuevas medidas de apoyo al sector del parlamentario de EH Bildu Iker Casanova sosteniendo dos pancartas en la que se leía SOS Ostalaritza, el lehendakari Iñigo Urkullu informó de que un total de 7.230 negocios han solicitado ya ayudas directas de hasta 4.000 euros desplegadas por el Gobierno vasco para contribuir al mantenimiento de la actividad y paliar las pérdidas. El plazo para pedir estas ayudas a fondo perdido se han abierto esta semana pasada y el lehendakari aseguró con total firmeza que «se responderá a cada una de ellas».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.