Hosteleros de Bilbao arremeten contra los taxistas: «Nunca están cuando hacen falta»

Numerosos comensales intentaron contactar, sin éxito, con diferentes organizaciones profesionales de conductores para regresar a sus domicilios tras acabar de comer. Pero les fue imposible. La mayoría hizo cola en el interior de los establecimientos dado que no les enviaban ningún coche y no terminaba de escampar. «O no te cogían o te remitían a un teléfono de Madrid donde tampoco te sacaban de ningún apuro», protestaron.

Ante esta situación algunos afectados optaron por tirar de paraguas o, simplemente, trasladarse hasta los aparcamientos para coger sus coches y acercarse de nuevo a los restaurantes para recoger a familiares y amigos.

Las caras de asombro entre los turistas delataban su asombro por la falta de servicios. «Esta situacíón estropea la imagen de ciudad moderna que queremos vender a todos aquellos que nos visitan», relató el dueño de otro restaurante de la calle Ibáñez de Bilbao.

El malestar entre los empresarios del ramo con los taxistas viene de lejos. Se quejan de los escasos servicios operativos casi todos los fines de semana. Hace ocho días, sin terminar de cenar, el cliente de un restaurante de Colón de Larreátegui se levantó de su mesa y se acercó hasta la cercana Alameda Recalde para ver si algún taxista podía acercarse a recoger a una pareja de avanzada edad. La parada estaba desierta a las 23.30 horas. «No hay derecho», denuncia el propietario del Gure Kabi de Estraunza.