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Hoy, 25 de noviembre, día contra la violencia machista, comienza con otra mujer muerta por quien la decía que la quería. Y ya son ... 52 este año. La sociedad bilbaína ha querido mostrar este lunes su repulsa con varios actos. Los chavales del centro de formación profesional Emilio Campuzano se han concentrado a las 10.30 horas para manifestar su repulsa a este tipo de violencia que se produce de forma específica contra un colectivo, las mujeres, y que desde que hay registros, en el año 2003, ya se ha llevado por delante la vida de más de 1.000 mujeres. La diputada de Igualdad, Teresa Laespada, ha estado allí repartiendo camisetas y pins con el lema de la campaña de este año, «queremos tíos buenos», en la que se interpela directamente a los hombres.
«Los hombres tenemos que dar un paso adelante contra la violencia machista», ha reivindicado el director del centro, Aitor Zabala. «Esta campaña es una llamada a los varones, porque un 50% de la población agrede potencialmente a otro 50%, las mujeres», ha explicado la diputada. «La igualdad es fundamental, y más allá de empoderar a las mujeres, los hombres tienen que coger la pancarta y salir a la calle». El centro cuenta con un alumnado eminentemente masculino. «Todos tenemos derecho a estar bien y actos como el de hoy sirven para recordar que esto no debe suceder», decía Erlantz Ruiz, un estudiante de 17 años. Su compañero, Alejandro Billalabeitia, de 19 años, ya conoce a una víctima de su edad, lo que da fe de que los patrones de violencia machista se siguen reproduciendo entre los jóvenes. «Si no hacía lo que él le decía, le daba una hostia. Le denunció, pero ahora tiene miedo, porque ya se lo ha encontrado por la calle un par de veces. Ahora van a tener el juicio. Ese no era su novio, era un demonio».
Por quinto año consecutivo, el Teatro Arriaga ha acogido una lectura participativa de textos feministas, en la que ha participado el hermano de Virginia Acebes, asesinada de forma brutal hace 20 años en Artxanda.
«Gracias a los hombres que rompeís las cadenas de complicidad machista y no miráis hacia otro lado», ha agradecido Nekane Alonso, reponsable de Igualdad en el Ayuntamiento, que ha querido centrar el acto este año en la «necesidad de reparar a las víctimas». Alonso ha explicado que «la violencia contras las mujeres es la mayor vulneración sistemática de los derechos humanos a lo largo de la historia» y ha alertado de que «no es un problema de las mujeres, si no de toda la sociedad». «Queremos verdad, justicia y reparación», ha alertado. El alcalde, Juan Mari Aburto, también ha participado con la lectura de la declaración de Eudel contra la violencia machista y ha recalcado que «las instituciones locales queremos actuar y contribuir en la erradicación de todas las violencias machistas» y ha hecho hincapié en la necesidad de reparar a las víctimas. La concejalas Yolanda Díez y Jone Goirilezaia, del PSE y de EH Bildu, también han realizado lecturas.
«Sois princesas y también guerreras. Nunca fuiste una simple costilla, serás todo lo que deseas», ha leído Díez, mientras Goirizelaia ha explicado que detrás del 'la maté porque era mía' se esconde el miedo a las mujeres sin miedo. La edil del PP Raquel González también ha intervenido leyendo un poema de la argentina Arjona Della, que incita a las mujeres a no callar y a liberarse. «El silencio es es quien te mata y de te deja cicatrices de aquellas que no sangran. Sé libre como pájaro, sin trabas, miedos ni penas». En representación de Podemos, Ana Viñals también ha defendido que también en Euskadi, la pobreza tiene rostro de mujer y de niña. «La desigualdad y sobreexplotacion laboral es un caldo de cultivo para crear situaciones de mayor vulberabilidad ante las violencias machistas«. A su juicio, la mejor prevención es la creación de servicios públicos fuertes que impidan su indefensión, que las cargas familiares no las ahoguen y la falta de recursos habitacionales las obliguen a soportar vidas indeseables».
Alumnas del colegio Ángeles Custodios, mientras, han reflexionado sobre el machismo en las redes sociales y el control que algunos hombres quieren ejercer sobre las de sus parejas.
Las universidades también han mostrado su repulsa a la violencia machista. Los alumnos de la Universidad de Deusto se han concentrado y en un comunicado, la UPV ha denunciado que «la violencia contra las mujeres no se puede justificar, ni ocultar, ni silenciar. Mujeres asesinadas, ataques sexuales, falta de protección a las mujeres que interponen denuncias, trata, acoso, mercantilización de los cuerpos de las mujeres, modelos tóxicos de masculinidad...». Según la entidad, «la Universidad, como creadora y transmisora de principios y de pensamiento crítico, debe de ser un ejemplo de igualdad real. Debe seguir trabajando paso a paso sin descanso para insertar la perspectiva de género en la docencia y la investigación».
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