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Bilbao ha tejido en el último medio siglo una red de ciudades hermanas, un mapa diplomático con 11 urbes, la mayoría en América. La capital vizcaína busca así la colaboración entre administraciones locales, las más pegadas a la realidad del ciudadano, y estrechar relaciones internacionales ... que abran puertas a empresas y ciudadanos. La villa completa estos lazos con otra decena de enclaves con los que tiene acuerdos de colaboración por pura afinidad, vínculos históricos, académicos, intereses comerciales o de cooperación.
Los hermanamientos han cobrado actualidad a raíz de la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de romper relaciones institucionales con Tel-Aviv al entender que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ejerce un «apartheid» sobre los palestinos. Precisamente, el pleno del Ayuntamiento barcelonés instó ayer a Colau a revocar la suspensión del acuerdo con Israel.
El primer hermanamiento que formalizó Bilbao fue con Pittsburgh (1970), ambas ciudades de alma industrial. Economistas e ingenieros vizcaínos acudieron a trabajar a la pujante ciudad estadounidense. Ya en democracia, bajo el mandato de Gorordo se firmaron otros cuatro acuerdos para promover intercambios culturales y económicos.
Los pactos de fraternidad siguieron por todo el mundo, aunque ahora el Consistorio prefiere firmar convenios concretos con urbes de referencia en ciertos ámbitos «por un tiempo establecido, con objetivos que se analizan después», explica la concejala Oihane Agirregoitia, encargada de Relaciones Internacionales, que destaca que las ciudades son cada vez más activas en la acción transfronteriza. Les ofrece la oportunidad de tejer alianzas beneficiosas y de «llevar su marca por el mundo». Ello ha permitido a Bilbao atraer turismo, grandes eventos, inversiones y «exportar» el buen hacer de las empresas y de la propia ciudad. Es decir, «generar actividad económica».
En Bilbao se cuidan con especial mimo las relaciones con Qingdao, en China, y con Seúl, en Corea del Sur. Pero también con la ciudad-estado de Singapur, un poderoso aliado que premió a la villa con el prestigioso galardón 'Lee Kuan Yew' por su transformación urbana en tiempos de Azkuna, un título «que nos abrió muchísimas puertas», reconoce Agirregoitia. Son referentes en campos como posicionamiento cultural o digitalización. Facilitan, además, que Bilbao se dé a conocer en Asia y haga contactos de provecho.
La Cumbre Mundial de las Ciudades celebrada en Qingdao invitó a Bilbao. Y la amistad con Seúl propició que la capital vizcaína acogiera el Foro Global de Economía Solidaria hace un lustro, con representantes de más de 80 países que se alojaron y comieron en la villa. La capital surcoreana prepara ahora un importante evento en el que tendrá presencia «un grupo cultural» de Bilbao. En agosto pasado, la propia Agirregoitia viajó a Singapur a la entrega del nuevo 'Lee Kuan Yew', que premia desde 2010 las contribuciones en materia de urbanismo y sus efectos para mejorar la calidad de vida.
Agirregoitia visitó en octubre la ciudad hermana de Tiflis, en Georgia, con un grupo de representantes de urbes «aliadas». «Destaca por su cultura, patrimonio y por sectores como la enología y la gastronomía. Está a las puertas de entrar en la Unión Europea y es estratégica, porque tiene proyectos de desarrollo importantes, por ejemplo el del metro, lo que supone una oportunidad para nuestras empresas».
El cónsul americano en Bilbao inició los trámites años antes por el parecido entre ambas ciudades. Hubo un intercambio de embajadas artísticas y culturales e ingreso de jóvenes economistas e ingenieros en empresas americanas.
La urbe fronteriza mejicana se interesó por el renacer de Bilbao: el metro, el Guggenheim y Abandoibarra. La intención era promover las relaciones y la inversión entre ambas urbes.
Fue el primero de los cuatro hermanamientos formalizados por Gorordo en plena época sandinista. El alcalde quería promover misiones comerciales y «plataformas de acercamiento internacional a través de los municipios».
Hermanada con Wilaya de Dajla por motivos de cooperación internacional. En 2008, los grupos viajaron para conocer los proyectos financiados por Bilbao y para estrechar relaciones.
Las cámaras de comercio de ambas ciudades empezaron a fraguar la alianza. Después se selló para «defender conjuntamente proyectos de infraestructuras. Hay una estrecha colaboración cultural que todavía sigue vigente.
El alcalde de la ciudad, Juan Gómez Martínez, quería estrechar lazos sociales y económicos con la villa, con la que hay vínculos culturales por la emigración vasca hacia Antioquía.
Se pretendía intensificar las relaciones comerciales e industriales y «el intercambio de actividades sociales, culturales, deportivas, folclóricas, lingüísticas, etcétera», por las similitudes entre el euskera y el georgiano.
Se suscribió para promover fórmulas de intercambio y colaboración con una de las ciudades más importantes de China dentro de la estrategia de estrechar lazos con el continente asiático.
Es la sede de la primera Euskal Etxea de la diáspora vasca. El acuerdo era expresión del deseo de «promover la prosperidad» de ambas ciudades y «como homenaje a los lazos de origen emocionales, culturales y económicos».
Firmado por Aburto, el objetivo era desarrollar actividades de intercambio «en beneficio mutuo» en campos como el diseño y las industrias creativas y servir de «puente» entre Europa y Asia.
Bilbao Metropoli 30 asistió la elaboración de su Plan Estratégico. Bilbao también inspiró el proyecto del Puerto de la Música de Óscar Niemeyer. Ambas ciudades pretendían realizar intercambios comerciales y educativos.
Además de hermanamientos, el Ayuntamiento tiene acuerdos de colaboración con Barcelona, Biarritz, Bristol, Burdeos, Santander, Parma, Milán, Singapur, Sao Paulo, Lieja, Rabat y Glasgow.
El equipo de gobierno de Juan Mari Aburto ha encontrado inspiración en la hoja de ruta de Burdeos, universitaria por excelencia, para albergar talento y conocimiento. Es la más cercana de entre todas las hermanadas con Bilbao. Con sus representantes se trabaja «por videoconferencia, con un calendario de reuniones telemáticas programadas».
Desde la «embajada» municipal tratan de reactivar relaciones con Pittsburgh, Glasgow y Medellín, con la que se hermanó en 1998. «Hubo un intercambio de buenas prácticas y de información interesante en términos de aprendizaje, por ejemplo en movilidad limpia. El acuerdo sirvió para copiar modelos y adaptarlos a las realidades de cada ciudad. Fue beneficioso para ambas». relata María del Pilar Gómez Valderrama, cónsul general de Colombia en Bilbao, que ya prepara una visita institucional.
La villa también forma parte de redes internacionales como Eurocities, una comunidad de 200 ciudades europeas. «Allí se tratan temas como la gestión energética o la sostenibilidad, y se facilitan relaciones para profundizar en diferentes campos. Abren puertas», subraya Agirregoitia.
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