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La consigna ayer estaba clara: ante la mínima sospecha se debía desalojar el pinar de Gorliz. Y así lo hicieron. A primera hora de la tarde, agentes de la Ertzaintza y de la Policía Local expulsaron a una multitud de chavales que había vuelto a ... tomar esta zona de esparcimiento con ánimo de prender una fiesta. Los uniformados cortaron rápidamente cualquier amago de macroquedada y sancionaron además a quince chavales por incumplir las normas sanitarias. El grupo era más amplio, pero la mayoría huyó a la carrera.
Lo mismo ocurrió el lunes. La alarma ayer estaba encendida después de lo vivido veinticuatro horas antes cuando los vecinos alertaron de un botellón que reunió a «unas 70 personas». También participaron en el operativo tres ambulancias para atender a otros tantos jóvenes por la masiva ingesta de alcohol.
La cosa no quedaría ahí. Tras desalojar el recinto, dos grupos de quince chavales iniciaron una pelea a pocos metros de la zona. La trifulca se saldó con un joven de 18 años herido, según ha podido saber este periódico por fuentes policiales, aunque no reviste gravedad.
La alcaldesa de la localidad, Nagore Utxupi, tilda de «vergonzoso» lo ocurrido y pide «responsabilidad» a la población para evitar estos episodios. Hoy se reunirán -hay activada una colaboración entre policías- para reforzar la seguridad en el recinto. La regidora pide colaboración por parte de otras instituciones para atajar el problema y que «no se repitan» estas escenas.
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