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La Ertzaintza localizó ayer dos zulos en pisos del edificio de la calle Zubileta donde se desató el tiroteo que se saldó la tarde del ... domingo con un hombre fallecido y una mujer y un joven heridos de bala, en el barrio baracaldés de Burtzeña. Según ha podido saber este periódico, en uno de los escondites a los que se accedía a través de una trampilla oculta en la cocina se localizaron un total de siete escopetas con munición. En la otra vivienda, también en un agujero abierto en el suelo, había una pistola vieja de la marca 'Star' con su cargador y con munición. Estas dos casas eran las únicas en las que no se pudo entrar el día anterior porque nadie abrió la puerta.
Agentes de la unidad de Intervención, el Berrozi Berezi Taldea (BBT), cuerpo de élite de la Ertzaintza especializado en actuaciones con armas, en cinco furgones accedieron por la fuerza a los domicilios con una orden judicial, a partir de las tres de la tarde. La Ertzaintza movilizó también a la Unidad Canina por si necesitaban el olfato de los perros para realizar los registros. Inicialmente, buscaban a personas que pudieran haberse refugiado en el bloque tras la reyerta, aunque lo que al final encontraron fue un auténtico arsenal de armas de fuego. Las escopetas y la pistola fueron intervenidas y trasladadas al laboratorio de la Policía autonómica para su estudio balístico pormenorizado para averiguar a quién pertenecen y si han sido empleadas en algún acto delictivo.
Mientras, el número de detenidos por su presunta relación con la reyerta ascendió ayer a siete, ocho si se suma también a un joven de 25 años, hijo del fallecido, arrestado por desobediencia durante los incidentes registrados en la entrada a la unidad de Urgencias del hospital de Cruces, según confirmó una portavoz del Departamento de Seguridad. Entre los detenidos, hay dos mujeres, de 55 y 30 años. El resto eran hombres de 22, 29, 35, 37 y 58 años, todos miembros de un mismo clan, conocido por sus rivales como 'Los tuertos'. El más joven fue detenido mientras se encontraba ingresado en el hospital de Basurto, con un corte provocado con una azada o herramienta similar en el abdomen.
El Servicio de Investigación Criminal Territorial de Bizkaia (SICTB), que se encarga de las pesquisas, intentaba reconstruir cómo sucedieron los hechos gracias a la toma de declaración de testigos e implicados. Por su parte, agentes de la Policía Científica recogieron evidencias en el lugar del crimen, donde colocaron números amarillos para señalar las pruebas, como posibles manchas de sangre o casquillos. Contabilizaron hasta un total de 41 pruebas.
Los dos clanes enfrentados, vecinos de portales contiguos, mantenían rencillas desde hace años. Agentes de la comisaría de Sestao, que cubre la zona, han tenido que acudir en distintas ocasiones por incidentes a la calle Zubileta. El del domingo, sin embargo, ha sido el de consecuencias más graves hasta el momento. Ni siquiera los implicados se ponen de acuerdo en cuál fue el origen de la disputa, aunque algunos coinciden en que la mecha pudo prenderse esta vez por una simple disputa de tráfico. Al parecer, unos y otros se cruzaron en el acceso al barrio con sus furgonetas y ninguno quería ceder el paso. Cuando los integrantes de una familia acudieron donde los otros en busca de explicaciones, iniciaron una pelea en la que se exhibieron distintas armas blancas. Según testigos, los implicados exhibían estoques, navajas, azadas, tridentes y machetes.
En medio de la refriega, uno de los familiares desapareció y regresó al cabo de unos minutos con dos escopetas y una pistola que repartió entre los suyos. Estos abrieron fuego y tres personas fueron alcanzadas por los disparos. Casi, de inmediato, se dispersaron. Unos huyeron en una furgoneta hacia Alonsotegi y otros cogieron en volandas a los heridos para trasladarles al hospital.
El fallecido, que responde al nombre de José Félix R.S. llegó a la puerta de Urgencias en los brazos de uno de sus hijos. El hombre, que tenía disparos de escopeta en el tórax y en una pierna, había sufrido una gran hemorragia y falleció en Cruces. El otro vehículo, de la marca 'Mercedes', fue interceptado por las primeras patrullas de la Ertzaintza que llegaban al lugar avisadas por vecinos que habían presenciado la trifulca y escuchado los disparos. En el furgón viajaban dos matrimonios. En la parte trasera localizaron cartuchos de escopeta y manchas de sangre tanto en la carrocería como en sus ropas, por lo que fueron arrestados.
Posteriormente, los incidentes se trasladaron a Cruces, donde agentes de la Brigada Móvil habían formado una fila para acorralar a los familiares que se concentraban en la puerta de Urgencias e impedir así que pudieran entrar al centro médico. Varios testigos señalaron a dos de los presuntos autores de los disparos, que fueron detenidos por la fuerza, ya que ofrecieron resistencia, por un delito de homicidio en grado de tentativa.
La calle Zubileta permanecía ayer cercada por la Policía. Los habitantes de varios portales fueron desalojados tras el tiroteo y no pudieron volver a sus casas, salvo para recoger a sus mascotas, entre ellos perros y pájaros, y algún medicamento que resultaba vital para algún vecino. «Hemos tenido que dormir todos en el coche aquí en la calle, con la abuela que tiene 91 años», lamentaba una mujer en pijama.
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