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El cierre de la tienda Michael Kors ha vuelto a lastrar la imagen internacional de Bilbao y ha llevado a los comerciantes a exigir al Ayuntamiento la «necesidad de trabajar en común» para facilitar el desarrollo económico de la ciudad y evitar la fuga de ... establecimientos de moda. «Algo no estamos haciendo bien para que las tiendas de lujo se vayan de aquí», ha lamentado Rafael Gardeazabal, presidente de BilbaoDendak, en un ejercicio de autocrítica en el que no ha eludido ningún tipo de responsabilidad.
El presidente de una de las principales organizaciones comerciales de Bizkaia esgrime que la marcha de «tantas» marcas de lujo representa «un fallo de todos los agentes porque el comercio somos todos, locales, minoristas y exclusivos», ha trasladado en un mensaje compartido también por el gerente de BilbaoCentro.
Jorge Aio ha invitado a responsables «públicos y privados a sentarse cuanto antes y hablar» para tratar de encontrar solución a un problema que, en su opinión, pasa por la convivencia de «todo tipo de negocios». Ha defendido, en este sentido, la conveniencia de lograr «un equilibrio» que sirva para «empoderar» los comercios locales pero manteniendo al mismo tiempo firmas de alta calidad apreciadas por los turistas, un mercado cada vez más importante al que Bilbao sigue sin exprimir todo el jugo, pese a contabilizar más de 1,2 millones de viajeros en 2024 y batir el récord de turistas. Los comerciantes lamentan la falta de interés del Ayuntamiento bilbaíno, a la cabeza, y del Gobierno vasco por no promover el «turismo de 'shopping'. Solo apoyan a Bilbao como destino cultural y gastronómico», valora Gardeazabal.
La crisis de la industria del lujo en Bilbao se ha llevado por delante enseñas como Louis Vuitton, Gucci, Hugo Boss, Ermenegildo Zegna y la histórica Loewe, algo que no sucede en ciudades como Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca y Málaga, con las que la capital vizcaína compite en una liga que lucha por atraer lo mejor de un segmento «clave».
No son pocas las voces que ven en el cierre de los festivos una de las causas para explicar el «declive y la pérdida de influencia» de Bilbao como el referente de moda que fue tradicionalmente. «No hemos sabido hacerlo. Bilbao no se orienta al comercio como debiera. No ponemos la moda como un producto turístico de importancia. Bilbao debe verse como un turismo de compras», protesta el principal directivo de BilbaoDendak, partidario de «replicar» el modelo de ciudades que han encontrado en el diseño una gran fuente de ingresos. «Aún quedan referentes locales, como Veritas y Joyería Suárez, mientras las instituciones siguen potenciando las rutas gastronómicas y culturales, pero hablando muy poco del comercio».
Aio tampoco pasa por alto el «cambio de hábitos de consumo» que cada vez lleva a más jóvenes a priorizar «la ropa de usar y tirar» en vez de apostar por la adquisición de «prendas de calidad, las buenas marcas y el valor de la durabilidad». El responsable de BilbaoCentro cree que el desarrollo del comercio electrónico corre el riesgo de transformar Bilbao en una ciudad concebida como «centro logístico», en vez de apoyar a los establecimientos «de proximidad».
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