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La sorpresa fue mayúscula. Una familia de Carranza recibió la semana pasada una carta para la campaña de la renta dirigida al abuelo que habitaba la casa, fallecido hace 30 años. La misiva contenía las mismas tres páginas que han llegado al conjunto de los ... contribuyentes: la clave Bak, el resultado de la declaración y un código de representación. «La herencia se repartió hace muchos años y no queda nada a su nombre», comentan atónitos los protagonistas de esta singular historia. l resultado era «a devolver», a favor del finado, a quien se advertía en el documento de que no tenía obligación de presentar la liquidación, al no haber alcanzado los 14.000 euros mínimos de ingresos. Menos mal. Su familia se ha puesto en contacto con Hacienda para intentar aclarar el equívoco y está a la espera de respuesta.
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EL CORREO ha tenido acceso a otro episodio similar. La carta le llegó a una persona fallecida en Bizkaia hace 38 años. A su nombre, y por primera vez en más de tres décadas. En este caso le sale a pagar, pero, afortunadamente, también le advierten de que no alcanza el mínimo para que sea una obligación. Uno de sus familiares acudió hace días a las oficinas de la agencia tributaria para esclarecer la situación. «Muy nervioso, el técnico de Hacienda me pidió disculpas y reconoció que está pasando en muchos casos». Le comentaron que les enviarán «seguramente» una carta reiterando las excusas «firmada por el diputado José María Iruarrizaga». También le confirmaron que no hay cuentas pendientes a nombre del difunto y que «todo está correctamente cerrado». Ha sido un error. Pero hay bastantes más. Otro, por ejemplo, en Barakaldo, con una persona que murió hace 37 años. Curiosamente, la mayoría de los casos detectados implican a fallecidos en una horquilla que comprende los años 80 y 90.
Preguntado por este asunto, un portavoz oficial de Hacienda aseguró que «pueden recibir la carta personas de las que ha llegado información económica. Que tengan bienes inmuebles a su nombre, que sigan como titulares en cuentas bancarias o que no estén en el registro de defunciones». Sin embargo, en las incidencias antes reseñadas no concurren ninguna de tales condiciones. Y las propias argumentaciones que están dando los técnicos forales van en la línea de «un error» del área con «más casos». Se desconoce si el origen está en el volcado de documentos a la base informática, pero no hay explicación para la presencia de datos antiguos en el sistema. Menos aún cuando en los años 80 y 90 la renta se hacía «a mano y adjuntando papeles».
Hay supuestos en que sí es natural recibir la carta de la renta a nombre de fallecidos, pero siempre recientes. En el actual ejercicio, hablamos de aquellos que tuvieron actividad económica antes de morir en 2020 o los que dejaron pendientes cuestiones relacionadas con la herencia, aunque el deceso sea anterior. Los familiares pueden emplear la clave de representación y, si no les llega, deben dirigirse a Hacienda y acreditar su condición de herederos.
Se incrementa la sensación de «caos» que envuelve la campaña, según claman al unísono los grupos de la oposición. Mientras, Iruarrizaga sostiene que «no hay errores graves» y que «afectan a pocos». El colapso del acceso se solventó, pero las incidencias se acumulan y las fechas avanzan. Muchos asesores han pedido a sus clientes esperar unos días. La primera campaña de la renta exclusivamente 'online' y telefónica termina el 30 de junio.
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