Hacienda detecta 313 millones de fraude fiscal, un 37% menos en un «año atípico»

El fuerte descenso se explica «por el periodo de confinamiento, la suspensión de procesos administrativos, la reducción de la actividad presencial y también el hecho de que desde marzo el principal objetivo de Hacienda ha sido poner en marcha medidas tributarias para los sectores afectados por la pandemia», defendió Iruarrizaga. El diputado remarcó que «el éxito de la prevención se refleja en menos actuaciones de regularización y en una mayor recaudación en tiempo y forma». Pese a todo, el volumen de inspecciones realizadas en 2020 es similar a los periodos anteriores. Se han llevado a cabo 457.681, sólo un 6% menos.

Según los máximos responsables del Fisco, «el objetivo del plan de lucha contra el fraude es conseguir que cada contribuyente aporte voluntariamente lo que le corresponde al sostenimiento de los servicios públicos, sin que sea necesario que la Hacienda foral tenga que regularizar nada». Entre las actuaciones preventivas realizadas en 2020, cabe destacar que 3.608 estudiantes de ESO y Bachillerato han participado en un módulo de educación tributaria impartido en 114 centros educativos de Bizkaia.

Iñaki Alonso, director de Hacienda, fue el encargado de llevar las grandes cifras al detalle. Destacó, entre las últimas actuaciones, el control de grupos empresariales internacionales. En 2020 se ha investigado a 10 entidades y se han detectado 2,3 millones de fraude fiscal. Citó las actuaciones sobre grandes empresas y grupos fiscales: «Se ha finalizado la actuación sobre 6 grandes empresas y 35 grupos fiscales con un resultado de 5,5 millones». Además, recalcó que hay inspecciones «de todo tipo y sobre todo tipo de contribuyentes». Explicó que los vizcaínos con declaraciones que contienen incoherencias han derivado en 16.701 liquidaciones por 60 millones y que hay «procedimientos finalizados sobre 36 obligados tributarios por ganancias patrimoniales no justificadas que arrojan un resultado de 1,5 millones». En estos últimos se han cotejado «sus ingresos declarados y sus movimientos en tarjetas de crédito».

Iruarrizaga declaró que «sigue habiendo personas que tratan de defraudar a las arcas públicas» y que «lo hacen a través de nuevos modos». Básicamente, según los responsables del Fisco, el fraude era antes un asunto local y ahora es global y tiene que ver con entramados societarios y nuevas tecnologías. Se han detectado, por ejemplo, 4,4 millones de euros en lo que el fisco denomina «operaciones de reestructuración empresarial». Son cambios nominales dirigidos a pagar menos parcelando la actividad.

La tributación de negocios inmobiliarios ha supuesto que afloren 2,8 millones. Esta es una modalidad de fraude con el IVA que debe pagarse por las rehabilitaciones de viviendas que cumplen determinados requisitos. Sólo se aplica el reducido, del 10%, a algunos casos y el resto debe desembolsar un 21%, pero no siempre se hace correctamente.

Como tramas de fraude, Hacienda ha aflorado 1,9 millones, y por facturas irregulares, 2,8 millones. En este capítulo, Alonso explicó que han destapado el caso de una empresa que tributaba aquí pero que actuaba en Portugal y que las autoridades lusas pudieron corroborar que no tenía «actividad real» por lo que acumulaba facturas falsas. Tenía incluso una teórica empresa de transportes en Cantabria que enviaba los productos y que tampoco existía.