¿Esta seta es comestible?

En los montes de Bizkaia no todas las setas que crecen son comestibles. Existen, por ejemplo, hongos como la 'Amanita phalloides' que suponen un verdadero riesgo para los humanos, ya que su ingesta puede conducir a la muerte por intoxicación. «Todos los años nos traen alguna de este tipo», asegura Álvaro Chirapozu, jefe de sección de Inspección Alimentaria y Zoonosis del Ayuntamiento. Pero el desconocimiento de los distintos ejemplares no es el único riesgo de lanzarse a los bosques a recoger setas.

Chirapozu y la concejala de Salud y Consumo, Yolanda Díez, coinciden en remarcar la importancia de hacer recogidas sostenibles, para no «esquilmar» los montes. «Toda la recolección salvaje que hay ahora es muy perjudicial», explica Chirapozu. Una costumbre que abunda nociva de la que el Ayuntamiento trata de alertar para evitar «que restrinjan el acceso como ha ocurrido en otras comunidades y limiten la cantidad», añade. En este sentido, la concejala sugiere «recoger lo que creamos que podemos consumir después de cotejar si es correcto para el consumo».

Entre los que acuden a las consultas de setas lo que más abunda son los «aficionados que están empezando», describen los responsables del servicio. El año pasado cerca de 57 personas se acercaron a realizar 130 consultas sobre los tipos de hongos que habían recogido. Y en el caso del primer año de pandemia, fueron 56 personas y 165 verificaciones las que registró el servicio.

Para todo aquel que desee comprobar los ejemplares que ha recogido, podrá hacerlo en las dependencias del Área de Salud y Consumo (Calle Cristo, número uno, quinta planta) el 24 de octubre y los días 2, 7, 14, 21 y 28 de noviembre, entre las 9.30 y las 13.30 horas. Las recomendaciones que lanza el Ayuntamiento para todos los seteros incluyen guardar los ejemplares fuera de bolsas de plástico, no congelarlos ni lavarlos antes de su identificación y consultar el tipo de hongo lo antes posible, como máximo dos días después de su recolección.