El Guggenheim blindará al máximo su araña frente a la reforma del muelle

Toda precaución es poca. Los técnicos del Guggenheim van a permanecer en contacto constante con los responsables de la obra. De hecho, además de las protecciones extra, no se descarta que consensuen un cambio en la altura del vallado, que se ubicará a solo un metro de una de las patas de 'Mamá', de la artista Louise Bourgeois. El cerramiento tendrá, en principio, dos metros de altura, pero podría ser recrecido.

Este cordón de seguridad metálico, además, deberá ser «antivandálico» y resistir a «impactos y vientos extraordinarios». El Guggenheim tendrá un papel activo en la vigilancia de los trabajos, que consisten en la sustitución de una pesadas placas de hormigón que cierran el muelle de una manera estética. De hecho, el museo podrá acordar con la dirección de obra «la interrupción de su ejecución» si prevé «una afluencia excepcional de visitantes» al centro cultural.

Bilbao Ría 2000 no quiere tener ningún tipo de problema con este proyecto. Las obras, en las que estará totalmente prohibido elevar cualquier carga por encima de 'Mamá', están a punto de adjudicarse y habrá que ver cuándo es el momento idóneo para su ejecución. Se supone que en verano es la época del año en la que más turistas acuden al museo. Por este motivo, cabe la posibilidad de que todo se retrase hasta el otoño. «Todavía no hay una fecha de inicio prevista», confirman desde el organismo.

Lo que sí ha quedado cerrado es el tema del seguro, después de encontrar una compañía dispuesta a asumir el riesgo. No será una, sino dos las pólizas suscritas. Ambas prevén el cobro de hasta seis millones de euros en el caso de que se produzcan daños a la araña. En este asunto también ha tenido un papel importante el Guggenheim, ya que una de las acciones que se ha adoptado es el pago de un suplemento de la cobertura que la fundación tiene contratada de manera ordinaria. Esta mejora costará 25.300 euros. Además, Bilbao Ría 2000 ha suscrito otro seguro asociado con una cobertura similar. Su coste asciende a 16.225 euros. Según las fuentes consultadas, en caso de que se produzca un incidente, la aseguradora del museo cubríría el coste del arreglo y depreciación de la escultura y repercutiría después al organismo institucional la factura (recobro), con el citado límite de los 6 millones.