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Un hombre y una mujer, de nacionalidad española y residentes en Cantabria, han sido detenidos en el Puerto de Bilbao por la Guardia Civil al intentar colar en el ferry que va a Reino Unido a cuatro albaneses que habían ocultado en el ... maletero de una caravana. El arresto tuvo lugar el pasado 18 de enero cuando los agentes de la Sección Fiscal del instituto armado, en su rutinario control de embarque -tanto de mercancías como de pasajeros,- percibieron una actitud «sospechosa» en el conductor del vehículo y su acompañante, según fuentes del cuerpo. Parecían nerviosos y dijeron algunas incoherencias que llevaron a los guardias a realizar una inspección de su equipaje.
En ese momento, descubrieron en el maletero a los cuatro albaneses, ocultos bajo lo que parecía ser un colchón y «en pésimas condiciones de salubridad, infrahumanas», ya que se encontraban muy apretados y sin un lugar para hacer sus necesidades. Una situación que debían soportar durante los dos días que dura la travesía desde la terminal vizcaína hasta el puerto de la localidad británica de Portsmouth. Al parecer, desde que se han endurecido los controles, los inmigrantes irregulares que se cuelan en el barco no se suelen animar a abandonar sus escondrijos por miedo a ser interceptados y retornados, algo que se hace de forma automática, salvo en algunos casos excepcionales, por ejemplo, cuando las personas localizadas son embarazadas o procedentes de países en conflicto que piden asilo político.
Al constatar los agentes que los ciudadanos albaneses pretendían introducirse de forma ilegal en Reino Unido, procedieron a la detención inmediata del hombre y la mujer que intentaban meterles en el ferry, a quienes se les atribuye un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros por facilitar la inmigración ilegal. Los arrestados, junto con las diligencias, fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de Barakaldo y se encuentran en libertad, a la espera de juicio, según fuentes cercanas al caso.
El fenónemo de los inmigrantes irregulares que tratan de llegar a Reino Unido viajando como polizones en el ferry que sale del Puerto de Bilbao ha crecido en los últimos dos años de forma espectacular. Son, sobre todo, ciudadanos albaneses y personas procedentes de países árabes que intentan llegar a Reino Unido atraídos por las ayudas sociales y por la presencia en territorio británico de familiares y amigos. Al principio, preferían ocultarse en los remolques de los camiones y en los contenedores que llevan mercancías en el ferry, donde se les solía detectar con facilidad. Sin embargo, la Guardia Civil ha apreciado un cambio de tendencia: ahora muchos inmigrantes creen que tendrán más posibilidades de éxito si se decantan por los vehículos de particulares, gente que busca dinero rápido y que se ofrece a 'pasarles', aunque ello les exponga a penas de cárcel.
En el Puerto de Bilbao, ya han detectado varios casos. El último, el pasado mes de julio, cuando dos individuos de origen rumano e iraní, residentes en Inglaterra, fueron detenidos por efectivos de la Guardia Civil cuando intentaban colar a ocho kurdos iraquíes: un matrimonio con cuatro niños y otras dos personas, una de ellas menor. Todos ellos estaban ocultos en una furgoneta de transporte de plátanos a punto de embarcar en el ferry 'Cap Finisterre', que sale hacia Portsmouth dos o tres veces por semana, según la época del año. A los arrestados se les imputó un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Asimismo, las fuerzas policiales británicas también han pillado 'in fraganti' a particulares que pretendían hacer negocio metiendo inmigrantes irregulares en el ferry: dos hermanas británicas, Alison y Fabiola Alman, fueron condenadas en enero a seis y cinco años de cárcel, respectivamente, por intentar introducir en el Reino Unido a siete albaneses, uno de ellos menor de edad, de forma ilegal, escondidos en una caravana de alquiler que embarcó en la terminal vizcaína. Aunque no se les detectó en el Puerto de Bilbao -a pesar de los controles cada vez más intensos-, los inmigrantes fueron descubiertos por la policía de fronteras (Border Force) al llegar a Portsmouth el pasado 4 de octubre. Les delató el intenso olor a orina y excrementos, calificado de «nauseabundo» por los agentes, que procedía del váter atascado del vehículo. Al parecer, una de las hermanas debía 4.000 libras a un traficante de drogas que le prometió cancelar la deuda si introducía en Reino Unido a los albaneses.
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