La grúa Carola ya es visible de noche

Julio Arrieta

Martes, 22 de septiembre 2020, 21:50 | Actualizado 21:56h.

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La Grúa Carola ya es visible de noche. El monumento industrial, que se ha convertido en el icono del Itsasmuseum y en una de las tarjetas de visita visuales de Bilbao, ha estrenado esta noche su nuevo sistema de iluminación nocturna, instalado como parte de la iniciativa patrimonial y artística 'Carolaren anima' ('El alma de Carola').

En un acto de aforo limitado como medida de prevención frente a la pandemia, Lorea Bilbao, presidenta del Museo marítimo de Bilbao y diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte ha ejercido de maestra de ceremonias del estreno de la instalación. Ha sido una performance artística de luz y sonido sobre los 60 metros de altura de la grúa Carola, con un espectáculo de música en vivo completado con proyecciones de imágenes sobre la Casa de Bombas, pieza destacada de la colección de Itsasmuseum.

Jon Astorquiza, director artístico del proyecto, y la empresa especializada en trabajos verticales, Asaken, se han encargado durante el mes pasado de instalar un conjunto de 15 focos de gran potencia en lugares estratégicos de la estructura. El sistema de iluminación elegido, «basado en tecnología y solución DMX, permitirá un control total de la luz a la hora de diseñar la instalación lumínica inicial, con un carácter dinámico y artístico que va más allá de una iluminación general de la grúa».

La Carola es una grúa de pórtico de celosía que ha superado su identidad de elemento industrial original para convertirse en un símbolo del pasado naval de la villa y en uno de sus más llamativos atractivos turísticos. Fue construida en Erandio entre 1954 y 1957 para los astilleros Euskalduna y su altura es de 60 metros. En su tiempo fue una de las grúas más potentes y podía levantar hasta 30 toneladas. Como suele destacar Jon Ruigomez, director de Itsasmuseum, «fue la primera grúa de gran potencia de todo el Estado». Estuvo en uso 27 años, periodo durante el que se construyeron 150 barcos en estos astilleros, a los que sobrevivió para «convertirse en testigo de la transformación de Bilbao». El proyecto 'Carolaren arima' ha sido financiado por la Diputación Foral de Bizkaia y Obra Social BBK.