«Se han alcanzado los 30 grados esta noche y el suelo está muy seco; el riesgo de incendio es muy alto»

La provincia está en alerta naranja al menos hasta mañana, cuando seguiremos con una «situación idéntica a la hemos vivido estas últimas horas». Las temperaturas serán altas, de entre 21 y 25 grados en Bilbao, y apenas habrá humedad. Los sures, explica, son «vientos descendentes» que han dejado la precipitación antes de llegar hasta aquí, donde recalan «relativamente secos». Al bajar por la vertiente cantábrica aumenta la presión, la temperatura y «baja la humedad relativa al 20 o el 30%».

- ¿Y eso que significa?

- Que, para que haya rocío o llueva, la humedad en la atmósfera tiene que aumentar cuatro veces más.

Uno de los efectos que tiene una situación como esta es que «seca la vegetación». «A las noches la humedad suele salir porque baja la temperatura, pero en algunos sitios no ha bajado», puntualiza. De acuerdo a los datos de las estaciones vizcaínas de Euskalmet, en una veintena no se ha bajado en ningún momento de los 20 grados. En el Puerto de Bilbao y en Zorroza se han registrado las mínimas más altas del territorio, 24,9 grados, entre las 6.00 y las 7.00 de la mañana. Pero, pasada la medianoche, en las instalaciones de Santurtzi se alcanzaban los 30 y en el barrio bilbaíno, 30,4.

«Es de locura. No solo no puedes dormir; es fuego», dice Aranda, que precisa que hay «muchísima diferencia» entre estaciones en función «del viento, la altitud...». En Otxandio, por ejemplo, la mínima se ha situado a la una y veinte de la madrugada en 13,4 grados y la máxima (a las 2.40) en 19,1, muy por debajo de las mínimas de otras zonas.

La ausencia de lluvias es otro de los factores que está favoreciendo que se desaten incendios. En algunos puntos del territorio, indica el meteorólogo, «han caído en lo que llevamos de mes dos litros, que no dan ni para las plantas, porque, al cabo de un rato, se evaporan con el calor». «No ha habido lluvia efectiva porque no ha ido ni a la vegetación, ni a los ríos, ni a los acuíferos. En muchos sitios el agua que ha caído es tan poca que no ha servido para nada», insiste.

Confía en que la próxima semana esta situación cambie. El domingo bajarán la intensidad del viento y las temperaturas -20 de máxima y 13 de mínima-, por lo que subirá la humedad. No se espera lluvia, «ni mucho menos abundante, que es lo que nos vendría bien», pero se iniciará «una tendencia» a la baja y es posible que ya entrado noviembre haya alguna jornada con algo de precipitación. «Es una esperanza, aunque por lo menos no vemos un horizonte tan negro a partir del domingo».

Eso no significa que el domingo no vayamos a estar en alerta. A lo largo de esta mañana, el Gobierno vasco ha activado para esa jornada el aviso amarillo por riesgo de incendio en las tres provincias, porque, si bien «meteorológicamente hablando» las condiciones serán mejores, hay que tener en cuenta otros factores, como «las costumbres de la gente», entre las que se encuentra ir al monte. «Cuando haces una estadística de incendios forestales, te das cuenta de que aumentan en fines de semana», afirma.