Gonzalo y la última bilbainada

Antes de entrar en detalles deben saber quién fue su abuelo. Raimundo Pérez Lezama. El legendario portero del Athletic que logró seis Copas del Rey, del Generalísimo por entonces, una Eva Duarte y dos Ligas, amén de otros laureados títulos. Pero sobre todo, una de nuestras leyendas más universales. Nacido en Barakaldo acabó, como tantos niños de la Guerra, en Southampton. Pues de aquél ilustre palo es esta digna astilla. Gonzalo pretende hacerlo utilizando el trayecto francés.

800 kilómetros separan Saint Jean Pied de Port de Santiago de Compostela. Lo habitual serían 31 días de camino. Su única opción de reducirlo a 16 es hacer etapas maratonianas. O más largas. Alguna será de 60 kilómetros. Por eso no se detiene hoy ni para charlar con nosotros. Se preguntarán la razón de la bilbainada. Visibilizar una rara enfermedad y recaudar fondos para su investigación. Se trata de uno de los 300 tipos de ataxia, que afecta a niños y a jóvenes, y que provoca una grave discapacidad, además de una alta incidencia de cáncer. En España hay tan solo 38 casos de este tipo de ataxia y dos de ellos están en Araba. Jon, en Vitoria y Hodei, en Amurrio.

Los afectados se agrupan en la asociación AEFAT, que está financiando tres proyectos de investigación a nivel nacional e internacional. Y el plan de Gonzalo va muy bien. Pedía 100 euros para patrocinar cada etapa y ya ha recaudado 2.500. A lo que hay que sumar lo obtenido de un evento solidario y lo que está entrando por crowdfunding. Otros 2000. Supera con creces lo esperado y sueña con llegar hasta los 6.000. Estoy seguro de que lo logrará. Su tesón nos emociona. Hoy está haciendo una prueba de fuego. 32 kilómetros con un ritmo de 7 a 8 kilómetros a la hora. El cronómetro aquí es clave. Y también las fechas. Ha decidido que será este sábado. Será sobre las 9 de la mañana. Hasta entonces seguirá entrenando mente y piernas. Acaba de recordar que tiene que comprar unas chanclas ligeras de pala para poder meter los doloridos pies, enfundados en calcetines, cuando descanse en los albergues. Solo llevará encima una mochila y su empeño por lograr la gran gesta.

Como decíamos, una bilbainada. Al fin y al cabo es de Indautxu. Barrio txirene del Botxo donde aún viven su aita y su ama. Concretamente en Iparraguirre. Gonzalo nació en la clínica San Francisco Javier pero, como su hermano Carlos y por cosas de la vida, tiró hacia Miranda de Ebro. Allí reside con Itsaso y Nahia. Aunque la vida la hace en Vitoria-Gasteiz. Hoy entrena por los alrededores del Buesa Arena. Por el sur, que diría Karra Elejalde en 'Ocho apellidos vascos'. Aunque su mente la tenga en otro punto cardinal. En el este. Allá donde todo arrancará este fin de semana. Con frecuencia tendemos a mirar hacia el pasado para relatar sonadas gestas de los habitantes de nuestra villa. Pero, a veces, el destino nos tiene guardada alguna sorpresa. Como esta. La del Maraton man de Bilbao. El nieto de Lezama que también quiere hacer leyenda. Y en su caso, solidaria. Por eso, con cada paso que de, estará más cerca de la última gran bilbainada.