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El Gobierno vasco ha ordenado este miércoles el cierre cautelar de la actividad de la fábrica de fertilizantes Profersa de Zorroza. La decisión la adoptó el Departamento de Medio Ambiente, en respuesta al último incidente que tuvo lugar el pasado fin de semana en la ... factoría propiedad del Grupo Agaleus. El sábado por la tarde, una gran humareda blanca comenzó a desbordar las instalaciones desplazándose hacia el barrio y también a San Ignacio y Burtzeña. SOS Deiak recomendó a los vecinos no salir a la calle y «cerrar puertas y ventanas» hasta que los Bomberos «controlaran la nube generada».
Fue la segunda alarma en 15 días. El 2 de mayo, una reacción química causada por la mezcla de fertilizantes y agua generó un revuelo también reseñable. En aquel momento, el Ejecutivo autonómico manifestó que, al diluirse en el aire las sustancias que salieron a la atmósfera, el episodio resultó «inocuo».
Del último escape no se conocen demasiados datos. Se sabe que hubo combustión. Los Bomberos utilizaron espuma y trajes de protección química. Los vecinos se mostraron muy preocupados. «El aire es irrespirable», dijeron varios de ellos al llamar al 112. También ha trascendido que los inspectores de Medio Ambiente han trabajado en la planta en los últimos días para analizar lo sucedido y las posibles consecuencias. La factoría estaba parada desde el mismo sábado a la noche por decisión de la propia empresa, que comunicó a las autoridades su voluntad de tomar una serie de medidas temporales para «controlar la situación» antes de volver a arrancar.
Ayer, el Gobierno vasco ordenó el cierre cautelar por un plazo de tiempo indefinido. Es decir, no hay una fecha concreta para que la actividad de producción de fertilizantes vuelva. El plazo será más o menos largo, en función del cumplimiento de una batería de acciones correctoras que se han dictado. Fuentes de Medio Ambiente insisten en que la planta permanecerá parada hasta que «no se implanten las medidas necesarias para evitar la repetición de incidentes similiares, que, en cualquier caso, deberán comprobarse mediante la inspección previa». En este sentido, afirman que el objetivo es «garantizar la plena seguridad». Antes de 10 días, la firma de fertilizantes tiene que presentar un nuevo informe sobre lo sucedido y sobre qué se puede hacer para cumplir con esa meta, según ha podido saber EL CORREO.
El cierre cautelar de Profersa se produce en un momento de inflexión en la historia de esta factoría y de las instalaciones que están en su misma parcela y que pertenecen a Sader, otra empresa del Grupo Agaleus y que se dedica a neutralizar residuos (peligrosos y no peligrosos). Los vecinos llevan décadas exigiendo el traslado de ambas instalaciones. Hay que tener en cuenta que Sader es la última industria con un alto potencial contaminante -necesita de una Autorización Ambiental Integrada (AAI) para operar- dentro del casco urbano de la capital.
Críticas de la oposición
En el último mes y medio se ha producido una cascada de acontecimientos relacionados con Agaleus. El primero fue el anuncio de que Gipuzkoa llevaría a Zorroza todos los lixiviados de sus vertederos para tratamiento, después de que el Gobierno navarro calificara de «ilegales» los envíos realizados por la Diputación vecina. Poco después, este diario informó de que el Ayuntamiento y Sader negociaban una actualización del convenio que ambas partes mantienen vivo desde hace casi una década para la salida de esta empresa de Bilbao. Las últimas novedades apuntaban a que, si se mantenía la hoja de ruta acordada, no se produciría el cierre hasta 2028.
El medidor de calidad del aire que el Gobierno vasco tiene en el entorno del barrio baracaldés de Lutxana (el más cercano a Profersa) dejó de funcionar el pasado sábado sobre las siete y media de la tarde y no volvió a registrar actividad hasta las 21.30 horas. Al menos, así figura en la información pública de la web oficial. Las gráficas registran un vacío entre esas dos horas, lo que coincide con el incidente en la firma de fertilizantes. El viento soplaba hacia allí. No hay datos de las concentraciones de gases como el etilbenceno, el ortoxileno o el tolueno. Algunos vecinos, que cuentan con sus propios medidores, detectaron elevados picos de partículas en el aire. Las asociaciones de residentes llevan tiempo reclamando la instalación de sensores en el entorno de Zorroza.
Los vecinos no tardaron en reaccionar. Crearon una plataforma y 14 grupos sociales convocaron una protesta el 2 de mayo para exigir «aire limpio» y el traslado de Sader-Profersa. El 26 de abril tuvo lugar el primer incidente. Solo cuatro días después se supo que Agaleus intenta establecerse en el Puerto, lo que aceleraría el cierre de Sader. Tras la decisión de ayer, tanto Elkarrekin-Podemos como EH Bildu mostraron su respaldo a los vecinos. La coalición morada advirtió de que «no pararemos hasta que Sader salga de Bilbao». La formación abertzale, por su parte, afirmó que los últimos incidentes «ponen en evidencia la falta de seguridad reiterada por los residentes».
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