El Gobierno vasco advierte que aún no se sabe si Guggenheim de Urdaibai «es viable»

Bengoetxea ha hecho el anuncio durante la sesión de control que se desarrolla en el Parlamento respondiendo a una pregunta planteada por EH Bildu en la que le instaba a aclarar cómo pretende el Gobierno vasco enfrentar el malestar vecinal. «La oposición en la zona es importante y queremos saber si importa lo que diga la gente o van a hacer el museo sí o sí», ha planteado la parlamentaria Oihana Etxebarrieta. Justo dentro de una semana, el próximo sábado, la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop ha convocado una manifestación en Gernika contra el proyecto. Se supone que la coalición soberanista respaldará la marcha porque hoy se ha posicionado en contra de la pinacoteca «por el fondo y las formas» de un proyecto que considera una «imposición», fomentará la «turistificación» y tendrá un impacto negativo en la Reserva de la Biosfera.

Tras las dudas expresadas por Iñigo Urkullu, el nuevo Gobierno autonómico que lidera Imanol Pradales se ha posicionado claramente a favor de la ejecución del museo desde el primer momento. El mes pasado Ibone Bengoetxea situó el proyecto entre las prioridades de su departamento para el mandato e incluso se comprometió a «liderar» los trabajos necesarios cuando hasta ahora la que estaba tirando de este carro era la Diputación. Hoy la vicelehendakari ha defendido que la pinacoteca puede ser «uno de los proyectos tractores» que necesita Busturialdea para su revitalización socioeconómica «pero no el único».

Como los trámites iniciales sobre el terreno los está desarrollando el Gobierno foral, a Bengoetxea le toca ahora intentar encauzar las relaciones con los colectivos críticos, con los que ya tuvo una primera reunión hace unas semanas igual que la diputada general. La vicelehendakari ha reconocido este viernes que las instituciones «probablemente no hemos tenido acierto a la hora de explicar» el proyecto, sobre el que solo existe un documento de ideas iniciales que este periódico desveló el pasado diciembre. «Ha llegado el momento del diálogo», ha insistido Bengoetxea.

Más allá de las gestiones políticas y de las administrativas, lo cierto es que en Urdaibai hay máquinas trabajando desde hace unos meses para abrir paso al nuevo Guggenheim. El pasado junio arrancaron las labores de demolición de la antigua fábrica de Dalia en Gernika y de descontaminación de los terrenos en los que se asentará la primera de las dos sedes del museo. El proceso de «renaturalización» de la zona debería estar culminado en enero o febrero. La segunda sede ocupará el solar que ocupa ahora mismo la empresa Astilleros Murueta en la desembocadura de la ría. La Diputación negocia desde hace meses con el Gobierno central la adquisición de la parcela, que también hay que descontaminar. En una reciente respuesta remitida a las Juntas Generales el Gobierno foral reconoce que la negociación sigue aún verde y que es imposible determinar quién procederá a limpiar el terreno.