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Era cuestión de horas que A. H., el joven que llegó hace diez días al aeropuerto de Loiu escondido en la bodega de un avión procedente de El Cairo, fuera deportado. La Audiencia Nacional rechazó ayer la medida cautelarísima que había solicitado su abogado, Javier Galparsoro, para intentar evitar su deprtación. La Policía Nacional la ha escoltado esta mañana en un vuelo hasta Madrid, donde a primera hora de esta tarde estaba previsto su emabarque en una conexión con la capital egipcia.
Su letrado asegura que el chico está «desesperado» después de que la Policía le haya comunicado el rechazo a su última solicitud dirigida a conseguir asilo en España «por motivos religiosos». A. H. piensa que «le van a matar» cuando vuelva a su país, explica el presidente de la ONG Zehar Errefuxiatuekin, que lamenta que la Audiencia Nacional no haya hecho «ni una sola mención al informe favorable» de ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
La organización también denuncia las presiones que está sufriendo por defender al polizón, ya que están viendo entorpecida su labor por parte del Ministerio de Inteior, y las condiciones en las que están manteniendo al joven, que lleva «ocho días privado de libertad».
El joven llegó al aeropuerto de Loiu el pasado día 23. Se trata de la primera vez que un polizón llega al aeródromo vizcaíno. Al abrir una de las compuertas traseras, los trabajadores que se acercaron a desembarcar el equipaje vieron salir a un hombre que se dirigió corriendo hacia la terminal. Desde entonces, el Ministerio de Interior y otros organismos le han denegado la protección internacional que solicitaba.
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