Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El contexto lo es todo. Fíjese en el portaaviones 'Juan Carlos I', el buque de asalto anfibio 'Galicia' y la fragata 'Blas de Lezo'. En un entorno bélico este grupo de combate, de nombre Dédalo, sería un combo letal, el anticipo de una lluvia de ... fuego, una congregación poderosa y temible. Pero en Getxo, un sábado o un domingo por la mañana, hoy mismo, se convierten en una atracción turística impresionante pero mansa. Embarcar en estos navíos es como acariciar el lomo de un tigre dormido.
Los tres buques de la Armada llegaron el viernes al puerto de Getxo y el sábado abrieron sus puertas al público a las diez de la mañana. Cientos de personas hacían cola para la visita, igual que ocurrió este domingo con gente esperando desde el primer momento. El primero de la fila del sábado era Jesús, que había llegado, atención, a las 6.30. Estaba con Alfonso y otros dos amigos. «Tengo costumbre de madrugar, me suelo levantar temprano», se quitaba importancia. Como la última vez que llegó el 'Juan Carlos I', hace cinco años, hubo varias horas de cola, le pareció prudente anticiparse. ¿Qué por qué les interesa tanto este asunto? Porque uno hizo la mili en la Armada, otro es aficionado a cosas de ingeniería, todos tienen curiosidad... Y empiezan a hablar de cubiertas, de las inclinaciones que deben tener, de la capacidad de las bodegas y de cosas técnicas. Se les ve afición.
Es que los barcos estos son artefactos impresionantes y eso genera interés. También a los segundos de la fila, Aitor y Fernando, jóvenes y pilosos. «Queremos ver la tecnología, nos gusta también la aeronáutica, los aviones; la vez anterior, en 2019, también vinimos, y ahora lo que más nos interesa es visitar la fragata».
A lo largo de la jornada fueron miles las personas que visitaron las tripas de los buques, algo que parece que ocurrirá también este domingo a tenor de las colas que había desde primera hora. En 2019 la llegada del portaaviones (en aquella ocasión estaba solo) generó también gran expectación. Atrajo a 7.500 personas en un solo día y hubo colas de más de dos kilómetros para visitarlo. Es que su presencia es formidable: el 'Juan Carlos I', con 232 metros de eslora y 57 de manga, y con capacidad de desplazar 26.000 toneladas, es el mayor navío de guerra construido para el Ejército de España. Es tan largo como dos campos de fútbol y tan alto como un edificio de diez plantas. También es cierto que este sábado, con la tormenta que cayó a media mañana, no hubo un entorno propicio para repetir aquellas afluencias de hace cinco años. Pero durante todo el día la llegada de gente fue permanente y las colas casi constantes.
El grupo de combate expedicionario Dédalo, con un contingente de 1.500 personas, llegó a Bizkaia procedente del mar Báltico, donde ha participado en los ejercicios navales «más importantes de la OTAN junto a la mayoría de los países aliados». El almirante Gonzalo Villar, jefe del grupo, dijo que tras el ataque de Putin a Ucrania se decidió iniciar maniobras por toda Europa, «desde Estambul a Helsinki, que es de donde venimos ahora, con el fin de disuadir a Rusia de extender el conflicto» por el continente. Es decir, las maniobras tienen que ver con «un mensaje de disuasión» en el marco de esas complejidades geopolíticas que parecen siempre tan incómodas y alejadas de la vida cotidiana. Entre medias el contingente se desplegó para llevar ayuda «a Turquía tras el terremoto».
El portaaviones por dentro es aún más impresionante que por fuera. Hay larguísimos y angostos pasillos con un techo de tubos y cañerías que desembocan en grandes hangares y espacios enormes. También escaleras zigzagueantes de peldaños estrechísimos que van a dar, por ejemplo, a la cubierta, que es también pista de despegue y aterrizaje. No es como las que se ven en las películas porque en el extremo tiene una rampa. «Es el 'sky jump», informa David Durán, jefe del Estado Mayor. Se utiliza para que los aviones Harrier se impulsen hacia el cielo. «Otros portaaviones tienen un sistema de catapulta», que viene a ser como un tirachinas que da impulso a las máquinas en el despegue.
Porque, claro, los barcos no vienen solos. El portaaviones lleva «cuatro Harrier AV8B+ y tres helicópteros AB-212, así como un Batallón Reforzado de Desembarco de Infantería de Marina». Es decir, en sus tripas viajan 69 vehículos repartidos en dos hangares, espacios enormes salpicados de miles de anclajes. La verdad es que hay anclajes por todo el barco, muy necesarios para fijar las cosas frente los bamboleos de la mar. En el hangar de arriba va a la carga ligera, decenas de todoterrenos, pequeños camiones y embarcaciones. En el de abajo van los vehículos más grandes y de más peso para dar estabilidad a la nave. Hay hasta un ascensor para aviones.
Cuenta David Durán que una peculiaridad del 'Juan Carlos I' es que es «muy versátil» porque se trata de un portaaviones anfibio. Es decir, se puede sumergir de tal manera que se inunda parte del hangar inferior con el fin de que «puedan salir embarcaciones».
Como se puede imaginar, para mover semejante mamotreto hace falta mucha fuerza. Explican desde la Armada que el depósito lleva «dos mil toneladas de combustible» para, mediante generadores, alimentar los motores eléctricos. ¿Y por qué no usar motores de combustión? Por el ruido. En un enfrentamiento bélico cualquier sonido puede ser detectado, por ejemplo, por un submarino enemigo. Así que en el buque reina el silencio y, por la noche, también la oscuridad. Por eso no hay ventanas.
En fin, que este es un mundo diferente y el motor que mueve a la mayoría de los visitantes es la curiosidad. Como a Zuriñe y familia, que en el hangar se encontró con su cuñado Jesús, y familia. «Nunca he tenido ningún contacto con lo militar y hemos venido por ver algo diferente. Esto es como un museo, no me imaginaba que pudiesen meter todo esto aquí dentro», y con un arco del brazo hace como si abarcase todos esos vehículos pintados de camuflaje y con grandes ruedas.
Este domingo por la mañana los tres buques seguirán abiertos desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.