La gestora de Usansolo exige que la Línea 5 del metro acabe en el centro del pueblo

Hace unas semanas, el Gobierno vasco modificó el proyecto original de la línea 5 y decidió que la futura estación junto al Hospital pasará a contar con un cañón de salida 100 metros más largo de lo previsto. Así, la boca de entrada al suburbano quedará situada a las puertas del núcleo de la ciudad, justo antes del cruce del Ibaizabal. Además, incluirán el servicio de un autobús lanzadera que funcionará cada ocho minutos que tendrá un recorrido circular con tres paradas.

Esta modificación no era lo que esperaban los usansolotarras, Usansolo Herria ni el PNV. «Confiábamos en que pusieran una boca de metro en el centro urbano», afirma el presidente de la Comisión Gestora de Usansolo, Agustín Aizpuru (UH), que ha calificado la ubicación prevista para entrar al suburbano como «una zona insegura que no es amigable para las noches». Aizpuru sostiene que «no es práctico», y que la lanzadera «no es factible, a ciertas horas se quedaría corta por la cantidad de viajeros», explica.

Desde el PNV piden que la boca de metro se acerque al pueblo para así «responder a las necesidades de los vecinos». «No nos parece correcto y la lanzadera no es una solución, pero tampoco nos han explicado el motivo de no poder acercar la boca de metro al centro», expone Gorka Arana, miembro jetzale de la Comisión Gestora de Usansolo, e incide en buscar «una solución integral.».

Fuentes del Departamento de Transporte del Gobierno vasco, liderado por el socialista Iñaki Arriola, insisten en que se elaboró un estudio de alternativas para mejorar la conexión con Usansolo y la aprobada es la que era más viable económicamente y de manera técnica es la aprobada –alargar el cañón de salida 100 metros y una lanzadera–. «La opción elegida tiene una mayor sencillez constructiva y un coste acotado, también mejora el acceso a la mayor parte de los ciudadanos», argumentan desde la institución.

En general, los usansolotarras coinciden con UH y PNV en la necesidad de acercar la boca de metro al centro urbano. «La zona en la que la pondrán no es adecuada para personas con movilidad reducida, gente mayor o jóvenes que volvemos tarde de otros municipios», manifiesta Leire Díaz, una joven vecina. Andoni Olivar, otro residente, declara que «los que vamos a llegar a la última parada de la línea 5 somos de Usansolo, así que hacernos la vida más cómoda sería lo justo».