Banderas confirma que todo ha sido un susto

Aunque al final todo ha quedado en un susto, es fácil que Antonio Banderas (Málaga, 1960) tarde en olvidar lo ocurrido el pasado jueves cuando, poco después de levantarse, hacía ejercicio en su maravillosa casa del condado de Surrey, a menos de una hora del centro de Londres.

Según desveló ayer el diario The Sun, el actor, que de un tiempo a estar parte anda estudiando para convertirse en diseñador, comenzó a sentir un dolor «agónico» en el pecho que le hizo temer lo peor. Una llamada al 999 (el servicio de emergencias británico) activó el protocolo y en cuestión de minutos una ambulancia le sacaba de casa para trasladarle al hospital St. Peter, en el municipio de Chertsey.

Allí, después de varias horas en observación, los médicos descartaron que ex de Melanie Griffith padeciera cualquier patología grave y le enviaron de regreso a la lujosa mansión acristalada que desde hace tiempo comparte con Nicole Kempel. Ya en casa, el Zorro confirmó a The Sun que había sufrido un «episodio sin importancia» y aprovechó para bañar en agradecimientos a todo el equipo que le había atendido.

Para que nadie tenga ninguna duda de que la cosa se ha quedado en falsa alarma, el actor colgó ayer en sus cuentas de Twitter e Instagram una fotografía en la que aparece sonriente junto a su novia en los jardines de su casa. «Disfrutando de la naturaleza tras un pequeño susto», escribe el chaval que salió de Málaga con dieciocho años dispuesto a convertirse en actor.

Casi cuatro décadas después, con más de medio centenar de títulos a sus espaldas, este hijo predilecto de Andalucía anda investigando otras formas de ganarse la vida. Enamorado del diseño, vive en Surrey desde 2015, en una casa valorada en casi tres millones de euros, porque además de estar loco por la campiña inglesa, la vivienda está situada a 30 kilómetros de la Saint Martins Collegue, la escuela donde estudia y donde antes se han formado gente de la talla de Galliano y Stella McCartney.