arantza furundarena
Jueves, 11 de agosto 2016, 00:19
Por si no hubiera ya suficientes incendios en la península, va José Fernando y provoca uno por su cuenta en la ya de por sí inflamable familia Ortega Mohedano. La chispa la ha encendido la noticia de que el hijo de la más grande va ... a ser padre a sus 23 años. Y que la futura madre de la criatura es Michu, su novia, ex novia, otra vez novia... Y, en resumen, la bestia negra de su hermana Gloria Camila. Hace poco una reportera le preguntó a José Ortega Cano, padre de José Fernando, cómo había recibido la noticia de que su hijo y Michu hubieran vuelto y él, con cara de vinagre, respondió: «¿Cómo la recibirías tú?».
Publicidad
El torero no se ha pronunciado aún en público sobre el nieto que viene en camino, pero a su hijo ya le ha advertido que no le parece el momento... No hace falta ser Aramís Fuster para adivinar que Ortega no es partidario. Tras haber visto a José Fernando pasar a su corta edad por una prisión, un reformatorio, una clínica de desintoxicación y un psiquiátrico, el diestro debe de pensar que el chaval, para la paternidad, está más verde que la piscina de saltos de la olimpiada de Río.
Cómo tendrá de disminuida la credibilidad José Fernando que ni él mismo espera que le crean. Ya desde la portada de la revista Semana, que es la que ayer desveló la exclusiva, se ve obligado a aclarar que «no se trata de una invención», que su familia ya lo sabe, y que, aunque muchos no confíen en él, va a ser «un padre responsable». La citada publicación también ha necesitado un informe médico para dar por cierto el embarazo. Y, sí, Michu está de siete semanas. El primer síntoma lo tuvo cuando... «Comía lechuga y me sabía a césped».
Si Rocío Jurado levantara la cabeza y viera todo lo que le ha ocurrido a su clan a lo largo de la década que lleva ausente probablemente no sobreviviría al shock: cárcel, escándalos mediáticos, desencuentros, drogas, delincuencia, familia rota... Ni en la más dramática de las coplas cabría tanta desgracia. José Fernando, el niño colombiano nacido en Cali al que adoptó en 1999 junto con Gloria Camila, tenía solo 13 años cuando la cantante murió y ya apuntaba maneras de rebelde sin causa. Pero su perdición llegaría al alcanzar la mayoría de edad y encontrarse con un millón de euros, y otro millón de malas ideas para dilapidarlo. Superados diversos avatares (entre ellos, su detención en un burdel por robo y agresión), José Fernando se siente hoy rehabilitado, aunque aún en contacto con los psicólogos y pendiente, según cuenta, de que le cambien la medicación. El joven desea centrarse. Promete que irá a diario «incluso los fines de semana» a su nuevo negocio: un concesionario de coches que le está llevando su primo Paquito... Pero la familia (desestructurada y hostil) no ayuda. Su hermana Gloria Camila (gran aficionada a tatuarse y a teñirse el pelo), se ha empeñado en desprestigiar públicamente a Michu y la pone de oportunista e interesada para arriba. Por su parte, Michu, que en su día también acudió a un plató para difamar a Gloria Camila, se postula como la gran salvación de José Fernando: «Porque yo sé llevarlo».
El futuro papá espera que la criatura en camino sea el pegamento que una a la familia. Y Michu, que sea ese vínculo afectivo que por fin le calme a él. Pero primero tendrá que nacer. Y eso, como todo en este clan, se presenta complicado. Michu sufre una malformación en las grandes arterias y el suyo es un embarazo de riesgo. Para remate, está operada del corazón y el parto tendrán que adelantarlo a los siete meses... Ojalá todo les salga muy bien, pero como cantaría Rocío Jurado: «Miedo, tengo miedo...».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.