Pierre estará en Mallorca para competir como patrón del ‘Malizia’ en la 35 Copa del Rey Mapfre

Pierre Casiraghi quiere ‘foilear’ en Palma

El segundo hijo de Carolina de Mónaco competirá en la Copa del Rey de Vela al timón de un barco volador con el que ya se ha estrellado

arantza furundarena

Domingo, 17 de julio 2016, 02:29

Espronceda no exageraba. Fue un visionario a lo Verne. Ya existe una embarcación a vela que no corta el mar sino que (literalmente) vuela. Ese barco es un catamarán GC32 que fue concebido en la Copa América y representa la punta de lanza de ... la tecnología náutica. No solo es el más veloz de todas las embarcaciones sin motor que existen, sino que desmiente aquella verdad absoluta de que los veleros van por el agua... Ya no. Ahora por el mar corren las liebres y Pierre Casiraghi planea (trialará). El segundo hijo de Carolina de Mónaco, que acaba de estrellarse en el lago de Garda (sin mayores consecuencias) con su barco volador, estará en Mallorca del 30 del julio al 6 de agosto para competir como patrón del Malizia en la 35 Copa del Rey Mapfre. Le acompañan otros cuatro tripulantes. «Con cinco pijos por banda, viento en popa a toda vela...», tendría que haber escrito Espronceda.

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La expectación es máxima. No solo porque esta será la primera vez que la famosa regata palmesana (hasta ahora centrada en el monocasco) incluye catamaranes, sino porque entre esos 11 barcos voladores estará el de Pierre Casiraghi y el pueblo tendrá ocasión de ver a este príncipe monegasco foileando en vivo y en directo. Foilear, que nadie se asuste, es como se llama en argot náutico al espectacular planeo que desarrolla sobre sus cuatro foils o pequeñas orzas el catamarán GC32, capaz de superar los 30 nudos y elevarse hasta dos metros sobre el agua. Un velero ligero de casco (ideal para Grimaldis), en el que Pierre ha encontrado el juguete perfecto. Un juguete cuyo precio también anda por las nubes: 300.000 euros. Algo solo al alcance de gente rica de nacimiento o tan bien pagada como el peluquero de Hollande (el hombre que no pudo asistir a los partos de sus hijos porque estaba peinando a un calvo).

En fin, que no cualquiera dispone de 300.000 euros para estrellarlos contra el mar a lo Thomas Crown o contra una lancha neumática... Es lo que le acaba de ocurrir al segundo hijo de Carolina en el lago de Garda italiano. Su Malizia realizó el viernes de la semana pasada un vuelo espectacular y acabó aterrizando cual enloquecido saltamontes sobre la zodiac en la que navegaba nada menos que Carlo Borlenghi, probablemente el mejor fotógrafo náutico de la historia. Por suerte, todo quedó en un susto. Sufrir un vuelco o capsize no es nada raro en este tipo de barcos, clasificados dentro de los deportes de riesgo. No en vano el equipo de los tripulantes incluye, además de casco y chaleco salvavidas, una pequeña botella de oxígeno para sobrevivir bajo el agua en el caso (nada improbable) de volcar y quedar atrapados bajo el casco.

Casado hace apenas un año con la periodista y aristócrata italiana Beatrice Borromeo, muchos se preguntarán qué hace a sus 28 años Pierre emulando a su padre, Stephano Casiraghi, que murió hace un cuarto de siglo, a los 30, por culpa de una colisión naval cuando tripulaba una lancha ultrarrápida, dejando viuda y tres hijos, entre ellos Pierre (de tres años). La respuesta la ha dado más de una vez Fran Rivera, torero como su padre, a pesar de que a ese padre lo mató un toro: «También hay gente cuyos padres han muerto en accidente de coche y no por eso dejan de conducir». En el caso de Pierre y Stephano, salvo la diferencia en sus respectivas embarcaciones (Stephano iba a motor y el hijo a vela), los paralelismos son escalofriantes.

En Mallorca ya han empezado a tomar medidas sin precedentes. El Real Club Náutico de Palma trabaja con Capitanía Marítima para emitir un edicto que delimite claramente el campo de regatas específico de los barcos voladores. Quieren evitar a toda costa un accidente como el del lago de Garda. Así que a falta de Richard Gere (iba a estar en la regata con su novia Alejandra, pero parece que se lo impide un rodaje), la mayor atracción de la 35 Copa del Rey Mapfre va a ser el show aéreo de Pierre Casiraghi. Y con el morbo añadido de que el GC32 de puro ligero no tiene ni cuarto de baño, lo cual obliga a la tripulación a aliviarse por la borda.

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