El papelón de los Alcántara

Aunque no ha trascendido lo que le dijeron al juez, la actitud de ambos fue bien distinta, un nuevo cisma para el matrimonio Alcántara. La actriz que interpreta a Merche en la ficción -en cuyo último capítulo curiosamente también estaba en un juicio- echó mano de su cara más amable para atender a los periodistas a su salida de la sala. «Me siento traicionada», lamentó. Al parecer, ella confió sus finanzas «de buena voluntad a Fernando Peña Álvarez», inspector de Hacienda de formación y director del bufete Nummaria, que también se ocupaba de las cuentas de Imanol Arias. Según la denuncia, habría defraudado cerca de 800.000 euros entre 2010 y 2014.

Duato, que tiene «la conciencia tranquila», acudió a declarar ante el magistrado Ismael Moreno junto a su abogado, Enrique Molina, y a su marido, Miguel Ángel Bernardeau. Se da la circunstancia de que él también esta implicado a través de su empresa Ganga Producciones, que es la productora de la serie, la más veterana de la televisión, y que tiene las cuentas embargadas. «En cuanto podamos, lo aclararemos. Os pedimos paciencia hasta que todo se solucione», reclamó pensando en sus dos hijos, de 19 y 11 años. También le preocupan, mucho, a la intérprete: «Os pido respeto por mi familia», suplicó. La valenciana quiere evitar que «esto se convierta en un circo mediático».

Su otro marido, el de ficción, acudió a la cita con bastantes menos ganas de hablar y acompañado de su abogada, Dolores Márquez de Prado, la mujer de Javier Gómez de Liaño, el juez que fue inhabilitado por prevaricar en el caso Sogecable. Arias no dijo ni mu, y mostró un gesto relajado, como si la cosa no fuera con él. Hace unos días ya descargó la responsabilidad de lo ocurrido en Nummaria: «Me han hecho mal las declaraciones, yo solo he tenido una inspección fiscal en 2009». Y remató: «Como esto siga así, me voy de aquí». Le acusan de distraer al fisco 2,1 millones de euros.