Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Icíar Ochoa de Olano
Viernes, 1 de abril 2016, 00:35
Hubo un tiempo cercano en que el pan nuestro de cada día entre monarcas, emires, jeques y ciudadanos desconocidos pero pudientes era que se cumplimentaban entre sí lo mismo con un guepardo, que con un yate, marisco o un Ferrari. A lo largo de los ... 38 años de reinado de don Juan Carlos, a la Zarzuela llegó todo eso -en el caso del bólido, para ser exactos fueron dos- y mucho más. Incluido, todo sea dicho, un manojo anual de guindillas picantes. Con la sucesión en el trono de su hijo, en 2014, se puso al coto al agasajo ostentoso. Poco después de estrenar su cargo, Felipe VI se autoprohibió aceptar favores -como vuelos gratis o préstamos sin interés o con uno inferior al del mercado- y regalos que «por su alto valor económico, finalidad o interés comercial o publicitario puedan comprometer la dignidad de las funciones institucionales» que realiza. El veto, que afecta a toda la familia, se acompañó de una bajada de un 20% de su sueldo hasta dejarlo en algo más de 234.000 euros al año.
Ahora, tras la entrada en vigor de esas medidas de transparencia, la Casa Real acaba de hacer pública por primera vez la lista de agasajos que el jefe del Estado, su esposa y sus hijas recibieron en las visitas que protagonizaron durante el año pasado y en los actos que presidieron. En total, se trata de 326 objetos. Entre ellos, no hay ningún Fortuna, el yate valorado en 18 millones de euros que un grupo de empresarios ofreció en su día al progenitor del monarca. Muy al contrario, la mayoría son modestos. Al bolso que la alcaldesa de París dio a doña Letizia, se une un joyero de los reyes de Jordania a doña Sofía, un rifle y una silla de montar con la misma procedencia, cuatro delantales de Cáritas o dos peluches de la Cruz Roja para las infantas.
Uno de los viajes oficiales que más souvenirs institucionales reportó a los reyes es el que efectuaron el pasado mes de septiembre a Estados Unidos. Del presidente Obama y de su mujer, Michelle, una primera edición de 1855 de La vida de George Washington en cuatro volúmenes. De la Universidad de Georgetown, donde estudió son Felipe, todo un kit deportivo a base de camiseta, gorra y calcetines.
El viaje a México que hicieron dos meses antes, en julio, procuró el grueso de los regalos a la Reina, que regresó con un par de colgantes -uno con pendientes a juego-, un bolso, una blusa o un pañuelo, entre otras prendas. El listado no precisa, eso sí, los materiales de los artículos. Sólo los remitentes, el destinatario, la fecha y la ocasión en que se entregaron. Completan los regalos una pluma estilográfica de la Universidad de Murcia, cosméticos árabes del embajador de Marruecos y, por supuesto, la colección de Juegos de Tronos que Pablo Iglesias regaló al soberano.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.