Los 45 años de un símbolo

Algunas de sus colegas, top models de los 90, acaban de grabar un corto, The reunion, dirigido por el fotógrafo Peter Lindbergh. Quieren demostrar que siguen siendo únicas. En el elenco figuran Cindy Crawford y Helena Christensen. Claudia Schiffer no. Sin embargo, es quizá la más única de todas. Fue la última en incorporarse al fenómeno de las supermodelos y pronto superó a sus compañeras.

Aquella niña tímida nacida en Rheinberg, cuyo rostro infantil recordaba un poco al de Pipi Calzaslargas, vivía acomplejada por su excesiva delgadez y estatura (1,80) pero eso no le impidió convertirse en la reina de las pasarelas y las portadas después de que un agente de modelos la descubriera por casualidad en un pub de Düsseldorf.

La gran musa de Chanel, la mujer que llegó a cobrar 100 millones de dólares al año, que posó desnuda y embarazadísima en Vogue, que fracasó como actriz de cine y mantuvo un dudoso y efectista romance con el mago David Copperfield, llega a los 45 años satisfecha, millonaria, con un matrimonio estable y tres preciosos hijos.

Casada desde hace 14 años con el productor de cine inglés Matthew Vaughn, Claudia vive semiretirada entre la campiña inglesa y el sol de Mallorca, por eso sus esporádicas apariciones constituyen todo un acontecimiento. «No me gusta la manera de andar de las modelos actuales», ha sentenciado. Y no sabemos qué regalo habrá recibido por su 45 cumpleaños, pero cabe destacar que en la pedida de mano su marido, en lugar de un diamante, le regaló una tortuga.