Una regata a todo trapo

Esa es la opulenta ONU flotante que aguarda al Rey Felipe mientras en tierra firme el monarca tendrá que acostumbrarse a compartir los jardines de su querido Marivent, su «trozo de cielo en la tierra», con el pueblo llano, ya que por decisión del tripartito balear a partir de ahora los ciudadanos de a pie tendrán acceso al recinto durante unos diez meses al año. ¿La exclusiva residencia de la Familia Real convertida en parque público? Cosas más llamativas se han visto últimamente en Mallorca, como el gesto de la nueva presidenta del Parlament, Xelo Huertas (de Podemos) que, adelantándose a lo que luego haría en Barcelona Ada Colau, retiró la foto del Rey de su despacho de Palma.

Con todo, nada hace presagiar que Felipe y Letizia vayan a sentirse este verano en Mallorca en territorio comanche. El director de la regata, que genera en la isla unos beneficios de 11 millones de euros, está convencido de que todo irá como una balsa de aceite. «Para la ciudad y el gobierno balear la Copa del Rey-Mapfre es muy importante, un escaparate que llega a más de 120 millones de personas a través de los medios de comunicación y que tiene una repercusión enorme para el turismo». Pero a una semana de su comienzo, aún no está confirmada la presencia de las nuevas autoridades baleares en la tradicional Cena de Armadores (los del PP no se la perdían). Esa cena reunirá a más de 500 personas vestidas de blanco (regatistas, empresarios, famosos, magnates...) y este año tendrá entre sus invitados más conocidos al marqués de Griñón, Mar Flores y Carla Goyanes.

Zarzuela ha confirmado que el Rey se pondrá también este año a la caña del Aifos, el barco de la Armada. Sin embargo, como suele ser habitual, no ha precisado qué días se hará a la mar. «Los Reyes estarán en Mallorca del 1 al 10 de agosto -adelanta Javier Sanz-, pero desconozco su agenda. Cuando don Felipe va a navegar a nosotros se nos anuncia prácticamente el mismo día. Él es un gran timonel y disfruta mucho con la vela». Y eso a pesar de que su viejo velero de 45 pies, al lado de los barcos de última generación inscritos en esta edición, dista mucho de ser competitivo...

La entrega de premios se ubicará por primera vez en el palacio de la Almudaina y la presidirá como siempre el Rey. No es probable que le acompañe doña Letizia. La vela, valga la paradoja, ha sido durante años el motor del veraneo real en Mallorca, sin embargo algo podría estar cambiando. Con un perfil más de tierra adentro, el año pasado la Reina no solo no acudió a la ceremonia de clausura de la regata, sino que ni siquiera visitó el Real Club Náutico. Su presidente le quita hierro al asunto. «Está invitada, y ojalá venga con las niñas. Y a poder ser con don Juan Carlos y doña Sofía. Reunirlos aquí a todos sería un hecho histórico».