Filipinas autoriza la salida de Chris Brown

Chris Brown, que maltrató en 2009 a su novia de entonces, la diva del pop Rihanna, había dado un concierto el martes en Manila delante de miles de fans y cuando se disponía a salir a bordo de su jet privado del país, una influyente organización religiosa conservadora, 'Iglesia de Cristo', acudió a la justicia para impedirle abandonar el archipiélago.

Aludiendo a "maniobras fraudulentas", la secta afirmó que el cantante no se presentó a un concierto que debía ofrecer a sus fieles el 31 de diciembre de 2014 en el Philippine Arena, el estadio cubierto más grande del país, del que la secta es propietaria, y le reclamaba un millón de dólares. Según la prensa, el cantante ha explicado que no pudo viajar a Filipinas en esa fecha porque había perdido su pasaporte.

En su cuenta de Twitter, Brown se desahogó sobre su "grave situación" y suplicó a las autoridades que le dejaran marcharse, haciendo un llamamiento al presidente estadounidense Barack Obama. "Alguien deberá rendir cuentas por haber mezclado mi nombre con todo esto. ¡Yo no he hecho nada malo!", aseguró. También ha publicado un breve vídeo en el que se ve al cantante caminar, pletórico, sobre la pista del aeropuerto y darle cita a sus fans para su próximo concierto en Macau (China).

El ministerio de Justicia filipino ha hecho saber que el fiscal instruía un caso por fraude. La secta Iglesia de Cristo, que es ultraminoritaria en un país donde un 80% de los cien millones de habitantes son católicos, tiene gran influencia política.

Otras estrellas internacionales han tenido también problemas en el pasado con las autoridades filipinas, como Los Beatles en 1966 tras haber menospreciado un banquete ofrecido en su honor por Imelda Marcos, esposa del entonces presidente Ferdinand Marcos.