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Miércoles, 3 de junio 2015, 00:15
El voluble corazón del príncipe Harry de Inglaterra (30 años) parecía entregado desde hace un año a la aspirante a actriz Cressida Bonas (de 26). Las trompetas nupciales desafinaron de repente y dejaron en ridículo a los pronosticadores de bodas del año ingleses. Nunca quedó ... claro por qué se les rompió el amor.
Ahora la explicación podría estar en su novia de casi siempre, la letrada sudafricana Chelsy Davy, con la que estuvo emparejado entre 2004 y 2011. La prensa británica especula estos días con que la pareja podría haber retomado la relación y darse una nueva oportunidad. La edición inglesa de Grazia cree que el regreso tiene que ver con «la química que siempre existió entre ellos». Y se toman tan en serio uno al otro que ya tienen la agenda de actos oficiales compartidos bastante llena para los próximos meses. La publicación asegura que Harry prepara un largo viaje a África como excusa para estar cerca de Chelsy. La cosa incluiría un safari y una visita a los padres de ella. Una pieza mayor para la familia Davy.
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