Jacuzzi y champán para la despedida de soltera

Una boda por todo lo alto se merece una despedida de igual calibre. Y más cuando la futura novia no solo va a dar el sí, quiero, sino que se va a convertir en princesa (de las de verdad) el próximo 13 de junio. Eso debieron de pensar las amigas de la antes stripper Sofia Hellqvist, que le organizaron un adiós a la soltería con todos los lujos. Para empezar la fiesta, un bañito en un jacuzzi con champán en una mansión del siglo XVIII a las afueras de Estocolmo en la que sale la noche por unos 3.000 euros. Acompañada por sus dos hermanas, Lina y Sarah, además de nueve amigas más, la prometida del príncipe Carlos Felipe no se quiso olvidar en la lista de invitadas de su cuñada y heredera al trono, Victoria de Suecia. Pero ni rastro de Magdalena, con quien las malas lenguas aseguran que no hay mucho feeling. La versión oficial indica que la embarazadísima princesa sueca se encontraba de visita con su madre en el Vaticano y que por eso no pudo escaparse a la celebración de su futura cuñada.

Pese a su presencia, Victoria fue muy comedida en la fiesta. No se puso en bikini ni compartió confidencias de chicas en el jacuzzi. Prefirió dar un tranquilo paseo por la finca, con lo que se libró de ser pillada en ropa de baño por los paparazzi. Después sí se unió al resto de actividades, entre las que no faltaron una cena, ya con tiros largos, servida por un catering libanés. Entre platos de muttabel, kibbeh y shawarma, las amigas homenajearon a la novia y recordaron una historia de amor que comenzó allá por 2010 en una noche loca y por la que nadie daba un duro.

La despedida de soltera continuó un día más, aunque ya sin Victoria de Suecia, que madrugó para pasar la jornada con su marido y su hija Estelle. El resto de amigas de Hellqvist siguieron un completo plan de trabajo para hacerle olvidar el estrés que supone una boda real. No en vano, a falta de poco más de un mes, cada vez se conocen más detalles de un enlace que dará la vuelta al mundo pese a que Carlos Felipe es el tercero en la línea de sucesión tras Victoria y Estelle. Pero todos los días no entra una stripper en una casa real. Y por la puerta grande.