«La gente de fuera dejará de usar el barrio como garaje»

Hasta ahora, Arangoiti era la única zona con aparcamiento gratuito de todo el entorno, lo que provocaba que los vecinos de San Ignacio e Ibarrekolanda -donde la OTA llegó hace un año- optaran por este barrio para estacionar los vehículos. Una circunstancia que provocó un fuerte malestar entre los residentes, hasta el punto que llegaron a comunicar al Ayuntamiento su interés de que el barrio se incluyera en el sistema de aparcamiento limitado de Bilbao.

«Aquí hay mucho problema con el aparcamiento. Desde que se puso la OTA en San Ignacio y en Ibarrekolanda venían los de esa zona a aparcar a nuestro barrio y creemos que con la OTA va a ser mejor y se va a notar, sobre todo a partir de septiembre», resumía ayer Víctor Sánchez. Los vecinos podrán aparcar sus coches en las calles sin tener que iniciar una peregrinación en busca de un sitio libre día tras día. «Imagínate lo que es llegar de trabajar a las ocho de la tarde y que no hubiera ni un hueco donde dejar el coche», ejemplificaba Amaia González. Aunque este escenario habitual en el barrio «ya lo preveíamos cuando pusieron la OTA en los alrededores», confesaba. El descontrol es tal «que la gente ya aparca donde puede y muchas veces mal», añadía.

Uno de los vecinos que mejor conoce este problema es Julio Gordillo, a quien en el barrio le conocen con el sobrenombre de 'el alcalde de Arangoiti'. Gordillo es miembro de la asociación de vecinos y lleva días ayudando a los residentes con los trámites necesarios para solicitar la tarjeta de residente. «Hace tiempo hicimos por nuestra cuenta un estudio y detectamos más de un centenar de coches mal aparcados en una noche. Más tarde el Ayuntamiento hizo su propio análisis y vieron que el 48% de los vehículos aparcados no eran del barrio», señalaba. El sentir mayoritario de los vecinos quedó claro tras una consulta realizada entre los ciudadanos de Arangoiti que arrojó que «un 95% estábamos a favor de que la OTA se implantara aquí», aseguraba.

Con este sistema «la gente dejará de usar el barrio como un garaje. Más de uno venía a aparcar la furgoneta de trabajo y cuando tenía que cogerla la sustituía por su coche, por lo que esa plaza nunca quedaba libre», criticaba Gordillo. Otros, «lo dejaban aquí y cogían el funicular para bajar al centro de forma habitual», señalaba Txema Campo, otro vecino del barrio. El problema del estacionamiento no se producía únicamente al término de la jornada laboral, sino que los vecinos encontraban dificultades durante todo el día para dejar el coche: «Ya me ha pasado de llegar a las dos de la mañana, dar mil vueltas y tener que aparcar en Deusto y subir andando a mi casa», afirmaba Jaione García, que ya ha solicitado su tarjeta al Ayuntamiento.

Muchos residentes optarán por esta vía incluso para ahorrarse la cuota de un parking privado. «Ya sé de unos cuantos que la han pedido porque les sale más a cuenta pagar lo que cuesta la tarjeta al año que una plaza en un garaje», confesaba Campo. La nueva zona tendrá la tarifa anual B, que en el presente ejercicio asciende a 48 euros al año.