Menos gente en los barrios del centro frente a los hogares más numerosos de Miribilla y Txurdinaga

Como queda dicho, en el conjunto de la ciudad el 32,1% de las viviendas familiares están ocupadas por una sola persona. En Abando esa cifra se eleva al 34,3%, y en Indautxu también está por encima de la media con un 33,3%. Con el agravante de que es aquí, en El Ensanche de la ciudad, donde están generalmente los pisos con mayores dimensiones. Así que no es difícil encontrar viviendas de más de cien metros cuadrados donde únicamente reside una viuda.

Desde hace años los urbanistas vienen advirtiendo de esta distorsión, cuya solución pasaría por flexibilizar los criterios para segregar inmuebles, para hacer dos pequeños donde hay uno grande, lo que adaptaría el mercado a las nuevas necesidades de la sociedad y generaría más hogares, que tanto se necesitan ahora.

En el extremo opuesto a los barrios del centro en términos de presencia de hogares unipersonales están Txurdinaga y Miribilla, con las proporciones de gente que vive sola más bajas de la ciudad y a mucha distancia de la media: aquí suponen el 24,3% y el 25,6%, respectivamente. Ya se sabe, son barrios más jóvenes, donde se han instalado cientos de familias. También hay poca gente viviendo sola en La Peña, Bolueta y San Ignacio: ninguno de ellos llega al 30% de hogares unipersonales.