El gasto de los turistas supone ya el 17% de los ingresos de los comercios bilbaínos

Una «encuesta muy rigurosa y brutal» elaborada por el Ayuntamiento de Bilbao ha confirmado la «creciente» importancia del turismo en la marcha de los negocios locales. La fiabilidad del sondeo es importante, dicen sus promotores, por el alto número de profesionales consultados -más de 3.500 entre las muestras realizadas en 2021, «actualizadas» el pasado año, asegura Xabier Ochandiano-. Según el edil de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, el gasto de los visitantes que recalan en la capital vizcaína representa ya el 17% de los ingresos de un sector con claro protagonismo para los establecimientos de alimentación (33%), textiles (25%) y del hogar (13%).

El desembolso de los viajeros, aspecto que no especifica el informe, supera la media en Abando e Ibaiondo al situarse «por encima del 20%». Algo lógico al tratarse de los distritos con una mayor oferta -concentran más de la mitad de las tiendas, especialmente en El Ensanche, Indautxu y el Casco Viejo- y de ser también los más visitados por la gente de paso por la villa.

Pese al recelo generalizado del gremio a trabajar los días festivos, incluso en verano, y en fechas señaladas como Semana Santa, en contraste con la práctica seguida por los comercios de las ciudades vecinas de San Sebastián y Santander, el gasto foráneo ha experimentado un notable avance. Ha crecido cinco puntos en los dos últimos años al pasar «del 12% al 17%», lo que supone que uno de cada cinco euros que entran en los comercios bilbaínos proceda de los turistas. «El 83% les llega de los bilbaínos», subraya Ochandiano. El edil achaca este incremento a que cada vez más visitantes, «tanto nacionales como extranjeros», entran en los establecimientos locales «y, lo que es más importante, compran». La clientela «turística» ha crecido un 17% respecto a la anterior muestra.

El Ayuntamiento interpreta que estos datos, sustentados en las opiniones recabadas en 39 barrios, «avalan» la estrategia municipal, enfocada a mejorar la actividad comercial, aunque considera que existe un «mayor margen de maniobra». «El viajero no es el objetivo prioritario del sector pero nos alegra que el consumo del turismo sea cada vez mayor», apunta el presidente de Bilbao Ekintza tras constatar la pérdida de peso del segmento textil -supone el 25% tras retroceder cuatro puntos en los últimos 24 meses-, en contraposición con la fortaleza de las tiendas de alimentación y estancos de tabaco, que han duplicado el número.

El informe pone también el acento en la cualificación de los comerciantes -el 73,6% cuenta con estudios universitarios, casi dos puntos más que hace dos años- y en que más de la mitad son capaces de atender a los clientes en euskera e inglés. «Con un ligero crecimiento, ofrecen atención en ambos idiomas a nivel básico o fluido», valora el concejal. Dos aspectos que no han variado en exceso desde 2021 es la «gran proporción» de negocios familiares. Pese a que la crisis se ha llevado por delante un buen número de estos negocios, en torno a un 40% de los existentes han sobrevivido a sucesivos relevos generacionales. La edad media de los propietarios se mantiene sobre los 50 años en una actividad en la que la mayoría de profesionales cuentan con más de 10 años de experiencia.

Si hay un punto que merece una profunda reflexión es la «poca» formación continua que realiza este gremio. «Si en 2021 nos llamaba la atención el dato, en esta ocasión se ha incrementado en más de un 13% y pasado del 56% al 59% el número de profesionales que nunca realiza formación», reconoce Ochandiano que, por el contrario, subraya el «emprendimiento» de comerciantes que se enfrentan a grandes retos. El número de gestores que tienen más «negocios simultáneos» creció cuatro puntos y pasó del 27,7% al 31,7%.