El Ayuntamiento reforzará los servicios de autobús durante los trabajos. Luis Ángel Gómez

El funicular de Artxanda cierra dos meses para reforzar taludes y evitar más derrumbes

El Ayuntamiento analiza alternativas para cubrir el servicio ya que la lanzadera actual deja de funcionar el lunes

Sábado, 21 de diciembre 2024, 01:04

Hace exactamente diez días que se produjo un desprendimiento en los taludes que limitan el recorrido del funicular de Artxanda. Ocurrió cuando se estaban realizando ... unos trabajos de desbroce. En un principio parecía un pequeño incidente, algo puntual y localizado. Pero no. Aquel derrumbe fue la primera manifestación de una patología que afecta a los taludes, viejos y frágiles. Por eso va a haber que reforzarlos en una obra que obligará a mantener suspendido el servicio dos meses como mínimo. El Ayuntamiento de Bilbao está analizando qué alternativas ofrece a vecinos y visitantes de la zona, ya que la lanzadera que está operando ahora con vocación de temporalidad no va a continuar en las mismas condiciones ni horarios.

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«Hemos hecho una evaluación de la zona y vamos a tener que apuntalar los terraplenes», explica Ignacio Alday, director de Movilidad del Ayuntamiento. El terreno allí está contenido por «muros de mampostería que se pusieron hace cien años», ejecutados con «un piedra que se exfolia muy fácil». Es decir, que se fragmenta y lamina.

Así que los trabajos consistirán en retirar los materiales inconsistentes y en su lugar fijar los taludes de dos modos diferentes: en algún tramo se hará con «gunitado», es decir, hormigón proyectado que conforma una capa rígida superficial que fija el terreno; en otros emplazamientos se instalarán «mallas de torsión», que se fijan al terraplén con bulones (barras que se insertan en la tierra).

Mantener cerrado el funicular es una faena para los vecinos de Artxanda, pero también para los visitantes que acuden a las instalaciones deportivas, a los restaurantes o a disfrutar de las vistas de Bilbao. No hay que olvidar que en los últimos años miles de turistas son atraídos por el pulmón verde de la ciudad, que también es el balcón idóneo desde donde se domina. Pero también va a romper una racha alcista para un medio de transporte que se ha disparado y que este año iba a superar los 1,2 millones de viajeros.

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Viejas soluciones

Se van a sustituir los muros de mampostería, que están deteriorados, por hormigón y malla

Trámite de urgencia

En cualquier caso, «lo que prima es la seguridad», dijo Alday. Además, admitió que, como en toda obra, hay cierto grado de imprevisibilidad porque cuando se empieza a mover tierra es difícil tener la certeza de qué es lo que va a aparecer. Así que la estimación de dos meses no es en ningún caso rígida ni definitiva. Del mismo modo, tampoco lo son los 800.000 euros de inversión que inicialmente está prevista para una licitación que el Ayuntamiento lanzará «mediante trámite de urgencia», avanza el director de Movilidad.

Durante este tiempo de inactividad «vamos a aprovechar para acelerar la obra de la estación de arriba», que está en pleno proceso de reforma y modernización. El tajo estaba conviviendo con el normal discurrir de pasajeros y ahora, sin ese trasiego, podrá avanzar con más rapidez. Además, en esta coyuntura se van a llevar a cabo labores de mantenimiento que estaban previstas para 2025 y que también iban a provocar cortes puntuales. Alday se refiere a «poner un cable nuevo y cambiar gomas en los engranajes», por ejemplo.

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En cuanto a lo principal, qué opciones alternativas van a tener los usuarios del funicular durante todo este tiempo, las cosas aún no están claras. Por el momento, y hasta el lunes, Alday dice que se va a mantener la lanzadera que ahora cubre el servicio con frecuencias cada quince minutos. ¿Y a partir del lunes? La línea A7 de Bilbobus, la que sube a Artxanda de manera regular, va a duplicar sus frecuencias y saldrá cada treinta minutos, en vez de cada hora. Y, pasada la Navidad, «se va a poner otra vez una lanzadera para atender la demanda del polideportivo», dice el director en relación a «los cursos escolares o los entrenamientos de fútbol». También para los vecinos. Pero «aún estamos estudiando la demanda real» para fijar las frecuencias y el detalle del asunto.

Este problema ocurre en un momento en el que el funicular de Artxanda está en plena renovación: como se ha dicho, hay obras en la estación superior para hacer del edificio un sitio algo más moderno, y también se están llevando a cabo tareas de mantenimiento en la vía. En un principio, estas últimas labores iban a tener cerrado el servicio durante tres días. Pero llegó el desprendimiento y la cosa se ha ido complicando.

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Mientras tanto

El objetivo es aprovechar este tiempo sin servicio para acelerar obras en marcha y adelantar labores de mantenimiento

Varias actuaciones

Hay que considerar que esta infraestructura está llamada a ganar protagonismo en el futuro si de una vez el Ayuntamiento consigue que Artxanda recupere su esplendor como pulmón verde de la ciudad y zona de ocio, cosa que lleva tiempo intentando con menos éxito que insistencia.

En relación al funicular, las obras para adecuar la estación superior fueron adjudicadas antes del verano por 1,48 millones. Pero ya con anterioridad se habían llevado a cabo varias actuaciones, como el jardín vertical en la estación inferior y la instalación de 220 placas fotovoltaicas para ganar en eficiencia energética. En general, se trata de la remodelación más completa de la historia de la infraestructura, que ha obtenido financiación de los fondos Next Generation.

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