No es ningún secreto que una de las asignaturas que dejó pendientes Iñaki Azkuna como alcalde de Bilbao fue la ampliación del Museo de Bellas Artes. El regidor sentía verdadera pasión por la pintura y la escultura. Amaba el arte y anhelaba un ... proyecto que pusiera en valor los valiosos y profusos fondos del centro cultural. Barajó diversas ideas. Incluso se llegó a plantear la compra de la sede del Puerto, en el Campo Volantín, pero murió sin ver cumplido su deseo.
Lo que pocos bilbaínos saben es que hubo un momento, antes de la crisis financiera de finales de la década pasada, en el que todas las piezas parecían encajar. Todas, menos una. «Hubo un proyecto no hace mucho tiempo para ensancharlo (el museo), pero me negué porque había que cortar ocho árboles centenarios». Así lo reconoció el propio Azkuna en un acto público celebrado en octubre de 2009.
Estos árboles son, en realidad, diez. Y corresponden a la especie plátanos de sombra (platanus x hispanica). Estaban ya allí, en los planos originales del centro cultural, elaborados en la década de los años 30. Su origen, posiblemente, se remonte a finales del siglo XIX, cuando se alumbró el parque de Doña Casilda. José Luis Sabas, persona muy próxima al alcalde fallecido, cuidó de ellos durante los 16 años que fue concejal de Obras y Servicios. «Hicimos un esfuerzo muy grande por el arbolado en general. Llegamos a comprar herramientas para auscultarlos mediante tomografías», cuenta el exedil, hoy máximo responsable del hospital de Santa Marina. «Azkuna quería ampliar el Bellas Artes, pero no a cualquier precio. Siempre hizo lo posible por preservar este patrimonio natural».
La aspiración del regidor se verá finalmente cumplida por Norman Foster y su equipo. La pinacoteca crecerá, pero no será a costa de los árboles que la rodean. Así queda reflejado en la memoria ambiental que ha sido elaborada por la consultora Kimar y que recientemente se ha presentado ante el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco. Un trámite que es el primero y que abre el largo trabajo administrativo previo a la construcción y apertura en 2022 de la ampliación. Una iniciativa que absorberá cerca de 20 millones de euros. El citado documento, al que ha tenido acceso EL CORREO, también estipula las condiciones y medidas a tomar durante los trabajos para minimizar las molestias a los vecinos y a la ciudad: se intentará regular el tráfico de camiones y se trabajará para contener las emisiones de ruido y polvo. En principio, la hoja de ruta marca que serán 16 meses de obras.
El estudio ambiental otorga una gran importancia a los plataneros. También a un castaño de indias blanco que fue plantado hace dos años en sustitución de otro longevo ejemplar de esta misma especie y que murió por una enfermedad. Tanto es así que el volumen de la 'txapela' diseñada por Foster para ampliar en altura el museo estará condicionada por la frondosidad de esta vegetación circundante. «En el caso de la plaza Arriaga (donde hay cuatro plataneros, visibles desde la fachada principal), el límite de sus copas, replanteado topográficamente (se integrará en el plano), será el que delimite la extensión del nuevo cuerpo edificado en su fachada este», se afirma en el citado informe, que destaca que estos cuatro ejemplares permanecerán «intactos». Otro tanto sucederá con el lado que mira al parque. «Las copas de los árboles de la zona verde de Doña Casilda también se replantearán topográficamente y servirán para definir el límite oeste del nuevo cuerpo edificado», aseguran los promotores.
La propuesta de Foster y sus asociados (equipo Agravitas) era la única de las seis presentadas al concurso público que evitaba la destrucción total o parcial del arbolado. La primera alternativa rechazada habría supuesto la eliminación de los cuatro plataneros de la plaza Arriaga. Al igual que la segunda, mientras que la tercera habría obligado a cortar, al menos, un ejemplar centenario. Las dos propuestas desestimadas restantes «comprometían el arbolado preexistente».
Esta problemática condicionó el resultado del citado concurso, según reconocen desde el museo. «El respeto al entorno y la apuesta por la sostenibilidad fue una de las principales razones para la elección de Agravitas como ganadora. La evolución del proyecto hasta hoy no solo ha mantenido esa apuesta sino que se ha ampliado», afirma un portavoz del Bellas Artes.
Impacto
¿Y qué molestias e impactos tendrán unas obras que deberían empezar en 2021 y que pretenden afectar lo mínimo a la actividad en la pinacoteca? El informe ambiental identifica varios riesgos. Posiblemente el más importante tiene que ver con el aumento del ruido. «La utilización de maquinaria especializada en las tareas de construcción producirá, presumiblemente, un aumento temporal de la presión sonora en el entorno (...), sobre todo en las viviendas muy próximas, como las de Máximo Aguirre, portales 2, 4 y 6», se advierte. «Además, este impacto afectará a los usuarios del parque». Para mitigar este problema, los ingenieros ambientales piden «un cumplimiento estricto de los horarios de trabajo», evitar operaciones nocturnas, así como «un mantenimiento» y vigilancia intensiva de la maquinaria y los vehículos que se vayan a utilizar.
También solicita la instalación de un vallado «opaco» que atenúe el impacto visual de las obras en el entorno y que sirva para «delimitar el espacio de actuación». El objetivo es que tanto las máquinas como los materiales no se desparramen por la zona.
Otro de los riesgos identificados es un aumento en las emisiones contaminantes y de polvo. En gran medida por el trasiego de camiones que se va a producir. El informe no identifica por ahora cuántos vehículos accederán a las obras al día para el movimiento de tierras y el acopio de materias primas. Pero los ingenieros sí piden ser muy cuidadosos con las partículas desprendidas. Exigen que no se hagan determinadas operaciones si el viento es «superior a los 10 kilómetros por hora». También demandan que se riegue la carga de los camiones y que se cubran las bañeras de los tráilers.
-
Plazos.
A la espera de cómo puede afectar la crisis del coronavirus, la idea del museo es comenzar las obras el año que viene y terminarlas 16 meses después.
-
Presupuesto.
18,6 millones de euros.
-
Solución adoptada.
Foster y Luis Uriarte pretenden ganar 7.390 metros cuadrados añadiendo una 'txapela' al edificio.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.