Borrar
Pruden Peña.
El forastero que se enamoró de Ugao y sus gentes

El forastero que se enamoró de Ugao y sus gentes

Además de haber sido pregonero en 2017 y speaker de carreras ciclistas durante 35 años, Pruden Peña es el director de la revista Ecos de Ugao, miembro de la Asociación de Donantes de Sangre y de la Cofradía de Udiarraga. «El funcionamiento de un pueblo se rige por la cooperación», defiende

Cristina Raposo

Lunes, 2 de marzo 2020, 01:23

Ha estudiado en el extranjero, visitado los cinco continentes y vivido en diversos lugares, pero para Pruden Peña su hogar está en Ugao-Miraballes. Es, como él dice, su «casa por excelencia». Y eso que su historia en territorio vizcaíno no comenzó en la villa, si no en Elorrio. En el verano de 1955, y siendo tan solo un crio de 11 años, abandonó su vida en Valdeande (Burgos) para ingresar como interno en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes. Junto a sus compañeros descubrió una de sus mayores pasiones, el ciclismo. Y en primavera cumplió su sueño: ver a su ídolo de entonces, Bahamontes, debutar en la Vuelta a España a su paso por Urkiola. «Éramos todos muy aficionados y siempre que podíamos echábamos un vistazo a todos los recortes del periódico que caían en nuestras manos. Cada uno tenía a su favorito. ¡Incluso llegábamos a creernos que éramos ellos!», recuerda con emoción. Lo que aquel pequeño no podía imaginar es que un día llegaría a entablar amistad con aquellos que tanto admiraba. Y mucho menos que pasaría 35 años de su vida siendo el «speaker» de las carreras de Ugao, Getxo, Zaratamo, Zeberio y Basauri. «De haberlo sabido, me hubiese dicho: tranquilo muchacho, tu momento llegará».

Ya hace dos años que colgó el micrófono, pero reconoce que nunca podrá desprenderse de aquella etapa, en la que su voz hacía vibrar a cientos de oyentes. Algo de lo que también presume. «Me agrada pensar que ha sido mucha la gente que me ha estado escuchando. Pero lo mejor, eran sus reacciones. Yo además tenía colaboradores que me iban informando en todo momento de la competición, y la gente lo sabía. Aunque, alguna vez hay que inventarse algo para darle un poco de salsilla», bromea. No es lo único que ha aportado a la villa. También es el director de la revista Ecos de Ugao, perteneciente a la Asociación de Donantes de Sangre local de la que también es miembro.

Llevas colaborando más de una década...

Creo que el funcionamiento de un pueblo se rige por la cooperación. Cada cual tiene que poner su granito de arena, y eso hacemos nosotros. De hecho, si estudias la trayectoria de las donaciones de sangre en el mundo comprenderás que esto no existe en muchos países. Ni tan siquiera existía cuando yo era niño. Eso ha terminado, pero aún hacen falta sociedades y gente que trabaje y dedique su tiempo a este causa, porque cada vez hay menos y siguen siendo necesarias. Hubo un momento en el que fuimos incluso pioneros en las donaciones de sangre. Pero eso fue en los 90.

Ese compromiso también lo traslada al papel. «No soy periodista, pero se me da bien escribir. Hay información deportiva, cultural, y por supuesto, sanitaria, sobre todo de los donantes. Lo único que no tiene cabida en mis páginas es la política», confiesa. Pero tanta actividad, dice, cansa. «Me gustaría que me relevasen, pero es eso algo muy complicado. Esta labor tan altruista requiere mucho tiempo, y los jubilados, que son quienes más tiempo libre tienen, no tienen tantas fuerzas», lamenta. Pero sabe cuál es la clave, involucrar a la juventud.

¿Y los alumnos de secundaria del instituto local?

Pues mira, eso no se me había ocurrido. Había pensado en alumnos de la universidad, pero esta idea me convence más. ¡Me la quedo! A ver si consigo cazar a alguno…

En su vida, ha liderado muchas iniciativas y proyectos. La última, con la cofradía de Udiarraga de Ugao-Miraballes. «Suelen organizar conferencias y al último invitado, José Antonio Rellero, le traje yo para que hablase sobre el hundimiento del Titanic. Esto fue el año pasado», cuenta. Ni tampoco falla a su popular alubiada. «Todos los años los miembros de la Asociación de Donantes de Sangre vamos a comernos el clásico guiso de las fiestas. Ese día hay que estar sí o sí». Y así seguirá siendo. Porque si algo le caracteriza, es su cercanía y compromiso. Tanto, que aún continúa involucrado en la industria naval, la que un día fue su profesión.

«Me escribo con mucho personal extranjero que he conocido en mis viajes, personas que ahora son mis amigas. También asisto a todos los eventos y ferias que hay del sector para ver a mis antiguos compañeros. Además, pertenezco al Foro Marítimo vasco, es como si siguiera en activo», revela. No hay duda de que una persona formidable como lo es Pruden Peña cala rápido en la gente. Él lo sabe. «Noto que me aprecian cuando salgo a la calle. Se me acercan y preguntan, y siempre nos quedamos charlando un rato», cuenta sonriendo.

-Te escogieron como pregonero en 2017.

Sí. Y lo mejor de todo es que también lo fui al año siguiente, pero en mi pueblo, Valdeande. Me emocioné muchísimo la verdad, estaba encantado.

- La gente te aprecia mucho...

Sí, y yo también a ellos. Aquí palpo cordialidad por la calle.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El forastero que se enamoró de Ugao y sus gentes