Finalizan los trabajos en el cementerio de Begoña con 4.700 exhumaciones

Cuando estos se iniciaron, hace diez meses, el concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza, ya avanzó que habría sorpresas. Se sabía que iban a aparecer restos de la Guerra Civil y se aventuraba que era muy posible que los hubiera de conflictos anteriores. De hecho, la probabilidad de que el camposanto fuera en realidad un descomunal registro arqueológico del devenir de la ciudad en los últimos dos siglos convirtió el proyecto 'Begoñako Argia' en un laboratorio único. «No hay nada como esto, ningún lugar como éste, en toda Euskadi», decía el 1 de octubre, cuando empezaban las excavaciones, el secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Agirre.

Aparecieron inhumaciones de principios del siglo XIX. Se encontraron también los restos de medio centenar de combatientes liberales de la primera guerra carlista, se excavó una fosa común con fallecidos en una epidemia cólera de finales del XIX y también se vació otra de la Guerra Civil -la mayor registrada en Euskadi-, con restos de gudaris y milicianos. En total, se han realizado 4.700 exhumaciones, casi cinco veces más de lo previsto. El plan inicial era que los trabajos durasen «seis meses», pero se multiplicó «el número de cuerpos encontrados, algo que era imprevisible», consideraba Abaunza en mayo. «Creíamos que podía haber restos de la Guerra Civil, incluso de las carlistas, pero la realidad ha superado todas las expectativas».

Ayer, la excavación se clausuró tras un aurresku, bailado por dos integrantes de Aranzadi, una ofrenda floral y la melodía del 'Agur Jaunak' cantado por un cuarteto. Además de Abaunza estaba la edil de Salud y Consumo, Yolanda Díez; el secretario general de Aranzadi, Juantxo Agirre; el coordinador del proyecto 'Begoñako Argia', Anartz Ormaza, y su equipo. También asistieron colaboradores de diferentes entidades e instituciones, y representantes de algunas familias que han tenido seres queridos inhumados en Begoña.