L. G.
Domingo, 9 de junio 2024, 01:09
Han cambiado las reglas del juego. Nuevas pautas marcan el devenir de la tarde-noche bilbaína. El éxito ya no depende tanto de la programación propia de las salas de fiestas ni de la música que suena en ellas. Los dueños de las discotecas han ... delegado parte de su protagonismo. Hoy, en lugar de a qué sala se asiste, lo primero que se pregunta el público es sobre «el evento o fiesta que toca para evitar la resaca». El auge del tardeo ha sacado a escena a nuevos agentes profesionales.
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Empresas como Countdown Parties, Bitxeando y Bilboleo se han convertido en los nuevos amos de la pista. Cortan el bacalao fijando la programación y eventos en los que escuchar música, pero también tomar un tentempié o un café desde las cinco de la tarde hasta las once y media de la noche. Y, casi todas las veces, con música en directo.
Desde el Moma, que lo mismo se atiborra las noches de los viernes de menores de 25 años, al 'nuevo' Holiday de Deusto, que ha dado con la tecla del éxito organizando «'txitxarrillos' de nivel» para personas con edades comprendidas entre los 50 e incluso 80 años. Los gastrobares de La Ribera, el Dike 1 de Olabeaga y el Crystal, con un tardeo más 'indie', han hallado la comunión con un público de entre 30 y 40 años con fiestas en las que se cuida mucho la selección de invitados debido a la enorme demanda existente. ¿Con qué fin? Cuanto más complicado resulta acceder, más atracción se crea.
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