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MIRARI ARTIME
Sábado, 26 de octubre 2019, 00:43
Los arrantzales no tienen la más mínima duda. «'Fichar' en la mar resulta completamente imposible y quién diga lo contrario que suba a bordo». La afirmación de varios marineros cántabros que amarran sus barcos de bajura en el puerto de Ondarroa es compartida de forma ... unánime por los agentes implicados en la actividad pesquera. «La vida en la mar, a bordo de un barco es muy diferente a la de tierra», sostienen. «Los que aseguran que pescando se puede llevar a cabo un registro horario tan sólo demuestran que tienen un total desconocimiento de nuestra situación», respaldaron desde la Federación de Cofradías de Bizkaia. «Es un despropósito», recalcan desde este sector.
Tras las reiteradas solicitudes realizadas por las organizaciones más destacadas del sector pesquero al Ministerio de Trabajo para abordar esta situación, han dado un paso más y han presentado un recurso de alzada contra la resolución de la Dirección General de Trabajo que les obliga a 'fichar' en los barcos.
El recurso ha sido presentado por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), la Unión Nacional de Cooperativas del Marmar) y la Confederación de la Pesca (Cepesca) a la que pertenecen 725 empresas, 781 buques y cerca de 10.000 tripulantes, incluidos los de los puertos vascos.
Los pescadores exigen que se respete el convenio de la organización internacional del trabajo (OIT) sobre las horas de faena a bordo y la dotación de los buques, que exige a los estados consultar a las asociaciones de armadores y marineros si quieren aplicar esa obligación.
Los afectados entienden que, si no han sido preguntados, «no existe tal obligación porque no se ha determinado si el registro de horario a bordo de un barco de pesca tiene un efecto útil o si, por el contrario, puede afectar negativamente», indicaron.
El sector insiste en que registrar la jornada resulta de «imposible cumplimiento», teniendo en cuenta las peculiaridades e imprevisibilidad de su actividad, sujeta a factores de difícil control como pueden ser los meteorológicos o las particularidades de la propia pesca.
«La vida en el mar es muy diferente a la de tierra», reiteran. Además, apuntan que la jornada de trabajo «sólo depende» de que haya o no pesca, y que, por lo tanto, la permanencia de los tripulantes a bordo de una embarcación no implica que estén desarrollando una actividad laboral.
Asimismo, aluden a las «peculiaridades» retributivas que conlleva esta actividad que, en la mayoría de los casos, se rige por un sistema conocido como 'a la parte' que consiste en el reparto de los beneficios que se obtienen de las ventas de las capturas entre armadores y tripulantes.
«Si nos hubieran consultado previamente, podríamos haber mostrado esta realidad que, además, hace completamente imposible la ejecución práctica de la norma», reiteraron los pescadores, que esperan a la resolución final del Ministerio.
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