Mercadona llama a la Ertzaintza ante la avalancha de gente en una tienda de Bilbao a la 'hora del ligue'

Carolina Muñoz

Viernes, 30 de agosto 2024 | Actualizado 31/08/2024 19:55h.

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Lo que comenzó como una simple broma en redes sociales ha desbordado la tranquilidad de un Mercadona en Bilbao. Durante la tarde de este jueves, el establecimiento ubicado en la calle Rodríguez Arias se vio sorprendido por una afluencia inusualmente alta de personas en su mayoría jóvenes que acudieron con la intención de participar en una nueva tendencia viral: ligar llevando una piña boca abajo en el carrito de la compra.

Entre las siete y ocho de la tarde, la tienda se convirtió en el escenario de un «mercado del amor» improvisado. Esta moda, popularizada en plataformas como TikTok e Instagram, consiste en que aquellos interesados en encontrar pareja pasean por Mercadona con una piña boca abajo. Esto se ha convertido en una suerte de contraseña para ser reconocido por otros participantes. Sin embargo, lo que parecía ser una inocente broma acabó atrayendo a tal cantidad de personas que los pasillos de la sección de frutas y verduras se vieron completamente abarrotados, al igual que la entrada del establecimiento bilbaíno.

El vigilante de seguridad del supermercado, al percatarse de la situación y viendo que el número de personas dentro del local superaba con creces el aforo habitual de un día normal, optó por llamar a la Ertzaintza. Los agentes acudieron al lugar y, aunque no se produjeron incidentes graves, tuvieron que realizar maniobras de disuasión desde el exterior del establecimiento para evitar que la situación se saliera de control.

Fuentes de la Ertzaintza confirmaron a este periódico que no hubo necesidad de identificar a ninguna persona ni se produjeron detenciones. La intervención tuvo como único objetivo restaurar el orden en el supermercado.

Desde Mercadona han manifestado su preocupación por este fenómeno, que si bien comenzó como una broma, está generando inconvenientes tanto para los trabajadores como para los clientes que acuden al establecimiento con la simple intención de hacer la compra diaria. La cadena de supermercados ha dejado claro que «no apoya ni fomenta esta práctica», ya que afecta al normal funcionamiento de sus tiendas.

Aunque la situación de este jueves no pasó a mayores, el incidente en Bilbao pone de manifiesto cómo una tendencia viral puede rápidamente traducirse en un problema real.