Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
diana martínez
Sábado, 3 de agosto 2019, 23:52
El calvario se terminará en breve para las treinta familias del barrio Mamariga, en Santurtzi, estafadas hace más de una década por una compañía del grupo de empresas Afer, propiedad de Jabyer Fernández. Gesdas Viviendas S.L., promotora del Grupo Mondragón -que salió al ... rescate de los damnificados hace dos años, logrando desbloquear una operación que les dejó sin la vivienda prometida, tras firmar en 2003 un acuerdo de permuta-, iniciará las obras de los nuevos pisos en el solar denominado como AGR-207, durante «el mes de agosto», según indicó a EL CORREO el portavoz de los vecinos afectados, Iñaki Casares.
La espera ha sido larga, desesperada. Y el proceso para firmar un nuevo contrato, extenso y laborioso. Por tanto, ver a las excavadoras entrar en la parcela en la que se construirán sus futuros pisos será el espaldarazo definitivo que estos vecinos de Mamariga necesitaban para comprobar que el sueño de tener una nueva casa es una realidad. «Nosotros lo estamos deseando», apunta Casares en representación del Colectivo de Familias Expoliadas AGR-207. «Las familias siguen estando sin hogar, costeándose su realojo y la gente sigue muriendo», indica el portavoz de los afectados. Estos vecinos están conformados, en su mayoría, por personas muy mayores. Durante estos años han fallecido varios propietarios, sin poder haber visto con sus propios ojos lo que les prometieron más de una década atrás.
Gesdas Viviendas S.L. se ha convertido en el héroe de la historia tras negociar un acuerdo con los afectados con el fin de resucitar el proyecto y entregarles un nuevo piso. El plan de urbanización traza un total de 80 pisos -distribuidos en cinco alturas-, de los cuales 58 saldrán a la venta. Las 22 restantes serán las viviendas destinadas al realojo de las familias santurtziarras que llevan más de una década a la espera de un hogar. La promotora se ha comprometido a entregarles una casa de aproximadamente 60 metros cuadrados útiles, de dos habitaciones, baño, terraza y tendedero.
En el año 2003, treinta familias de este barrio marinero llegaron a un acuerdo de permuta con una empresa del grupo Afer. El trato consistía en derribar los inmuebles y, en su lugar, se levantaría una nueva promoción de unas 130 viviendas. Los vecinos recibirían un piso totalmente nuevo a coste cero antes de marzo de 2011, con un pago mensual de 480 euros para sufragar un alquiler durante el tiempo que se prolongaran las obras. No obstante, el acuerdo nunca llegó a cumplirse. Los santurtziarras entregaron su suelo, pero el holding de compañías que gestionaba Jabyer Fernández se fue a la quiebra. En 2007 el inmueble fue derribado, y cuatro años después saltó el escándalo, pues los propietarios de los pisos se quedaron sin recibir la cuota mensual acordada para sufragar el alquiler.
Desde entonces, estos vecinos del número 51 de la calle Mamariga han estado en la estacada y han tenido que arreglárselas sin ninguna ayuda. Los afectados preservan su paciencia, que parece infinita ante esta situación desesperante, tras varios años abandonados a su suerte. «Nos quitaron lo que teníamos y nos dejaron en la calle», relata Casares. «Personas que tenían casa, sin hipoteca y sin ningún tipo de carga, se han tenido que buscar la vida y vivir de alquiler como han podido», lamenta. Asegura que quedarse sin vivienda ha sido para ellos como «robarles la vida».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.