El autor del triple arrollamiento mortal a la salida del juzgado tras prestar declaración. Sane

La familia de las víctimas del atropello mortal de Cantabria recurre la libertad del conductor

Los parientes de Erika y Ethan solicitan, como la Fiscalía, que el autor cumpla prisión preventiva por la gravedad de los cargos

Miércoles, 12 de abril 2023, 01:15

La familia de Erika Rey de Perea y Ethan Río, madre e hijo naturales de Sestao que perdieron la vida la semana pasada cuando paseaban por las inmediaciones de un camping de Cantabria tras ser arrollados por un conductor que triplicaba la tasa de alcohol ... permitida y dio positivo en drogas, ha decidido personarse en la causa abierta contra el autor del atropello como acusación particular.

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La primera media planteada por su abogado va a ser la de recurrir la puesta en libertad del responsable del arrollamiento, que también mató a una mujer natural de La Rioja, decretada por el juzgado de Santoña que instruye la causa. Los parientes consideran que la gravedad de los hechos y de los cargos que se atribuyen a Jaime Acebes Fernández, de 73 años, avalan su reingreso en la cárcel y que se mantenga en prisión preventiva hasta la celebración del juicio. La Fiscalía también ha remitido al juez un escrito con la misma petición.

El atropello mortal se registró el martes de la semana pasada. Las tres víctimas, usuarias habituales del camping Somo Parque, en la localidad cántabra de Ribamontán al Mar, paseaban por un carril para peatones cuando fueron embestidas por un coche conducido por un vecino del municipio que circulaba a alta velocidad y perdió el control. Las muertes fueron prácticamente instantáneas y provocaron una gran conmoción tanto en el entorno como en Sestao. Erika tenía 43 años y su hijo Ethan, 19. La tercera fallecida, María Teresa Ramos, 68.

Al conductor, que circulaba en estado ebrio y dio positivo en cannabis, se le imputan tres delitos de homicidio por imprudencia grave y otro por conducción temeraria. Fue detenido al momento y puesto en libertad con cargos 48 horas después. El juez considera que no existe riesgo de fuga ni de reincidencia, que no ha quedado probado que el arrollamiento fuera voluntario y que, por lo tanto, mantener a Jaime Acebes Fernández en prisión provisional «no era proporcional» y que supondría «cumplir una pena de forma anticipada».

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A la espera de juicio

El acusado se enfrenta a una pena de hasta 6 años por 3 delitos de homicidio y conducción temeraria

«No rompería más vidas»

El pasado lunes la Fiscalía de Cantabria anunció que ha recurrido el auto de puesta en libertad del acusado. La familia de Erika y Ethan confirmó ayer a EL CORREO que va a hacer lo mismo con unos argumentos jurídicos similares. Asesorados por el abogado de la Asociación Contra la Violencia Vial de Euskadi, David Fernández, los parientes han decidido personarse en el procedimiento e intentar que el autor del triple atropello mortal vuelva a prisión.

Lo hacen argumentando que el artículo 142 bis del Código Penal permite aplicar al acusado el grado superior de la pena de cárcel estipulada por conducción temeraria, que oscilaría entre los cuatro y los seis años debido a que habría provocado la muerte de más de una persona. La acusación particular también cree que así no existiría riesgo de fuga ni reincidencia. «En la cárcel no rompería más vidas», lamentaba el viernes Jessica, hermana de Erika y tía de Ethan.

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«Mi madre era la que unía a toda la familia»

La serenidad contenida de Gloria Muñoz se rompe en mil pedazos ante la pregunta de cómo era su madre. «Mi madre era la que unía a toda la familia», responde tras recomponerse. Su progenitora era María Teresa Ramos, vecina de Santo Domingo de la Calzada y una de las tres víctimas del triple atropello mortal.

Gloria, la mayor de las cuatro hijas de la fallecida, vive aún en la incredulidad ante lo sucedido, reconfortada -confiesa- por la ola de calor de la gente, de sus vecinos, y la infinidad de gestos que han recibido estos días, como la declaración de un día de luto oficial por el Ayuntamiento calceatense o la llamada que realizó el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, a su padre, Alejandro, quizá, el que peor está llevando todo lo ocurrido. «Tiene muchas pesadillas», cuenta Gloria.

Aunque viven en Santo Domingo, María Teresa nació en Burgos, en el barrio de San Pedro, igual que su marido, de Gamonal. Llevan 41 años en la localidad riojana. María Teresa, o Tere, como la conocía todo el mundo, trabajó en una cooperativa de confección, en la empresa Ultracongelados del Oja y como cocinera en el bar La Taberna cuando lo llevó una de sus hijas. También limpió casas. «Mis padres han trabajado mucho para darnos a todas estudios. Somos cuatro hijas y había que llevar dinero a casa», indica Gloria.

Campistas de siempre

Tanto a Tere como a Alejandro les encantaba hacer camping. Cuando las niñas eran pequeñas todos se iban a Lugar del Río a acampar, junto a los dos grandes amigos de los padres, Lourdes y Miguel, de Huércanos, con los que compartían muchos y buenos momentos. Dejaron de hacerlo cuando se prohibió la acampada libre y, entonces, recalaron en el camping de Loredo (Cantabria), donde Tere tenía familia. Fue en esa época cuando compraron la caravana. Cuando cerró este camping se fueron al de Suesa.

Tras la prejubilación del padre pasaban en él largas temporadas. «A mi madre la llamaba todo el mundo la yaya del camping», recuerda su hija. Tere conoció allí a Erika, con la que forjó una relación muy estrecha. Con ella compartía una rutina de cafés en el bar, cartas y de paseos con los dos perros que tenía su amiga vizcaína.

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